Los chilenos, apáticos con la llegada del papa Francisco

  • Cuestionan el costo de la visita del Sumo Pontífice.    Muchos argentinos en Santiago.

Santiago. “Está harto (lleno) de argentinos”, afirma Jorge, el taxista que recoge a este cronista en el Aeropuerto Merino Benítez de Santiago de Chile, ayer pasado el mediodía.

Jorge Arancibia maneja hacia el centro de la capital chilena, en una tarde calurosa y soleada. “Sale muy caro que venga, acá estamos esperando que el Gobierno ayude a la gente afectada por los incendios. Para ellos no hay nada”, agrega ofuscado.

El costo de la visita de Francisco es la mayor de las polémicas entre los chilenos. Oficialmente, el Estado gastará 11,5 millones de dólares, mientras que la Iglesia pondrá otros 6,5 millones.

En las calles céntricas de Santiago, la visita del Papa pasa bastante inadvertida. No hay grandes carteles ni banderas amarillas y blancas del Vaticano en gran parte de la ciudad.

Para encontrar alguna señal de tan importante circunstancia, hay que acercarse hasta el Palacio de la Moneda, donde un grupo de carabineros termina de colocar las vallas que delimitan el corazón de la Plaza de la Constitución y las calles aledañas