Es cara y no es obligatoria: ¿conviene darle la nueva vacuna contra la meningitis a nuestros hijos?

Aún no está en el Calendario Nacional pero actúa contra el serotipo responsable de más de la mitad de los casos del país y muchos pediatras la están indicando.

El meningococo B es el serotipo que provoca más de la mitad de los casos de enfermedad meningocócica en el país, donde se registran entre 170 y 300 casos al año.

Los tipos de meningococo que producen 9 de cada 10 casos en Argentina son cinco: A, C, Y, W-135 y B. En esta línea, el Calendario Nacional de Vacunación exige la aplicación (gratuita) de la vacuna antimeningocócica conjugada Menveo, que protege contra los primeros cuatro de esos serotipos. El problema está en el difícil acceso a la vacuna que que previene la infección por B, que por el momento, solo puede adquirirse en el sector privado.

De acuerdo con los datos de vigilancia recogidos por el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas Dr. Carlos Malbrán, los grupos B y W son los más predominantes en los últimos años en la epidemiología local. Entre 2012 y 2015, fueron los responsables del 91% de las infecciones por la bacteria Neisseria meningitidis; Y, en 2016, de un total de 80 casos, de los cuales más de la mitad correspondieron al B.

El meningococo se transmite de persona a persona a través de gotitas respiratorias de un portador asintomático o, con menor frecuencia, de un enfermo (hasta 24 horas después de iniciado el tratamiento). Puede provocar meningitis (inflamación de la membrana que cubre el cerebro), que se presenta con síntomas como: rigidez de nuca, fiebre alta, fotosensibilidad, cefalea y vómitos. Si bien ataca a los adultos, los menores de cinco años, y particularmente los menores de nueve meses (en los que se da el 64% de los casos), son la población más vulnerable. Esta bacteria también puede desencadenar sepsis (infección generalizada), bacteriemia o meningococemia.

La vacuna contra este serotipo está indicada a partir de los dos meses de edad, en un esquema de tres dosis y un refuerzo después del año. Pero, en el caso de los mayores de seis meses corresponden solo dos dosis.

¿Qué recomiendan los especialistas?

Muchos pediatras están recomendando su aplicación en la medida de las posibilidades económicas de los padres. Ya que, como dice el dicho, siempre “es mejor prevenir que curar”. Sin embargo, hay especialistas que sugieren esperar hasta después de los 12 meses, ya que por el Calendario Nacional de Vacunación, los lactantes ya reciben vacunas todos los meses y sumar tres más podría resultar invasivo. En esta línea, después de los 6 meses se deben dar solo dos dosis y su costo se reduce significativamente por dos motivos: cada dosis cuesta $3.000, lo que impacta bastante en la decisión de dar dos o tres; y, en los últimos meses, varias obras sociales y prepagas comenzaron a reconocer entre el 40% y [las menos] el 100% del valor esta vacuna si se aplica a partir del año de edad.

Un dato para tener en cuenta, según explica el sitio web de Stamboulian, esta vacuna se aplica de forma intramuscular y “está contraindicada en pacientes que hayan sufrido una reacción alérgica grave con dosis previas, o con algún componente de la vacuna”. Y las consecuencias más frecuentes en lactantes y niños menores de 2 años son: dolor y eritema en el sitio de la aplicación, fiebre e irritabilidad. En el caso de los adolescentes y adultos se le agrega malestar y cefalea.