Ideas para humidificar el ambiente y que tus plantas no sufran con la calefacción

Cuando asoma el frío, los calefactores y estufas que comenzamos a encender en nuestras casas secan demasiado los ambientes, provocando sufrimiento en las plantas de interior.

Para hacer más favorable la estadía de estas especies vegetales, en primer lugar, recomiendo reducir el riego, ya que en esta época consumen poca agua y crecen menos aún. Además, aleje las plantas de los calefactores y estufas, y ubíquelas en aquellos lugares donde tengan buena luminosidad, cerca de espejos o paredes blancas que reflejen la luz; y júntelas en grupos para generar un microclima húmedo. También es buena idea poner entre ellas recipientes con granza o leca con agua, ya que ésta se irá liberando de a poco y humidificará el aire.

+ Regiones
Norte + Hojas verdes y bulbos

A partir del miércoles cambia la Luna y podrá, antes del frío intenso, trasplantar cebollas y sembrar bulbos de ajo, semillas de espinaca de invierno, lechuga gallega y morada, y grand rapid. Además, aún está a tiempo de sembrar puerro, repollo y zanahorias.

Centro + La manta antiheladas

Si tiene plantas sensibles al frío, en viveros grandes venden la llamada “manta antiheladas” o pao-pao, que permite el paso de luz y viento, y controla que el frío no escape generando una especie de invernáculo.

Patagonia + Rosa mosqueta nutrida

En estos días, es importante adicionar en la base de la planta de rosa mosqueta algunas paladas de materia orgánica en forma de compost o mantillo. Estos nutrientes orgánicos redundarán en mayor cantidad de frutos y mejor sanidad el año entrante.

Los lectores consultan
Ada Bruno, de Sunchales, Santa Fe, tiene un limonero de 20 años que ha perdido algunas hojas y cuyos frutos presentan unas manchas marrones lisas. Consulta cómo tratarlas.

Ada, por lo que veo en las fotografías, se trata de una plaga común en su región, un pequeño ácaro denominado Phyllocoptruta oleivora, y popularmente llamado “ácaro del tostado de los citrus”, por la sintomatología que produce. Biológicamente se controla con otro ácaro que lo fagocita, pero no está al alcance de un aficionado. De todas formas, si usted se acerca a una agencia del INTA y les da el nombre arriba mencionado, seguramente encontrará un ingeniero agrónomo que la pueda asesorar con el producto a utilizar y la dosis recomendada.

Nidia, de Santa Fe, envía dos fotografías de sus plantas, cuyo nombre quiere conocer.

Nidia, todas las plantas poseen un nombre científico con el que se las menciona en cualquier lugar del mundo (en latín, por convención internacional) y también un nombre popular que varía de acuerdo a la región. La planta de la primera foto lleva como nombre científico Beloperone guttata y en el centro de la Argentina se la conoce como “camarón”; la otra lleva el nombre científico de Hippeastrum spp. y se la conoce popularmente como “Amarilis”.

Darío, de Santiago del Estero, consulta por un duraznero de 7 años que hace 3 que da flores, pero siempre se secan en la planta y caen. Sus únicos frutos surgieron el primer año, pero muy pequeños y se secaron también.

Darío, probablemente su planta sea de semilla y aún esté muy joven para producir y retener la fruta; en dos o tres años podrá lograrlo. Si en ese plazo no ocurre, sugiero entonces incorporar, durante tres años consecutivos, una palada de cenizas de madera en la proyección de la sombra de la copa, para incrementar el contenido de fósforo y potasio, que ayude a retener el fruto.