Con la mirada despejada

BLEFAROPLASTIA, UNA CIRUGÍA ESTÉTICA MUY REQUERIDA A PARTIR DE LOS 55 AÑOS

Las intervenciones quirúrgicas en los párpados y zonas adyacentes a los ojos se han posicionado como la tercera operación estética más demandada para los dos géneros

La blefaroplastia, que es la cirugía de los párpados, ha escalado hasta la tercera posición de las cirugías más demandas, solo por detrás del aumento de mamas y las cirugías del abdomen: liposucciones y abdominoplastias, situándose en primer lugar en el segmento de pacientes de 55 a 60 años.

“A partir de esas edades -explican los especialistas- van apareciendo bolsas de grasa en los párpados inferiores y superiores y un exceso de piel en estos últimos. Son trastornos progresivos que, aparte de sus repercusiones estéticas, pueden resultar molestos y provocar sensación de pesadez y hasta disminución de la visión”.

Por sexos, se estima que en torno al 75% de quienes se someten a una cirugía de los párpados son mujeres y el 25%, hombres, con lo que se trata de una de las intervenciones quirúrgico-estéticas en las que hay mayor proporción de pacientes masculinos.

BUENA RECUPERACIÓN

Según los médicos, estas cirugías alrededor de los ojos “tienen una recuperación rápida, se realizan con anestesia local o, a lo sumo, con ésta más sedación y no requieren de ingreso hospitalario”.

Estas cirugías “tienen una recuperación rápida, y se realizan con anestesia local”

Además, son intervenciones que pasan desapercibidas. “El entorno de los pacientes los nota más rejuvenecidos, con mayor frescura en la mirada, pero no suelen caer en la cuenta del porqué, lo cual es muy importante ya que muchos aún tienen un cierto pudor a comentar que se ha recurrido a la cirugía plástica estética”, apuntan.

Si hay un segmento de edad donde todavía es menos evidente es en los veinteañeros que se operan cuando de forma precoz aparecen bolsas bajo los ojos por razones genéticas o patologías de base.

En estos casos se realiza una incisión transconjuntivales, en el interior de los párpados, sin dejar cicatrices visibles y con resultados permanentes.

En pacientes mayores, para minimizar también las cicatrices, las incisiones se realizan en las líneas naturales de los párpados superiores y justo debajo de las pestañas de los inferiores, separando la piel de la grasa y el músculo subyacentes. A continuación, se extirpa el exceso de grasa y, si es necesario, el de piel y músculo.

Una semana después se quitan los puntos y, en dos semanas, desaparecen los hematomas o moratones que hayan podido presentarse, aunque suelen prevenirse con la aplicación de pomadas y compresas frías.

LIPOTRANSFERENCIA

Los avances quirúrgicos permiten hoy en día aprovechar la grasa sobrante de los párpados para rellenar otras zonas de la cara como las arrugas del entrecejo o los surcos nasogenianos, lo que rodean la boca desde la nariz.

“Estas lipotransferencias ofrecen resultados más duraderos que los obtenidos con los rellenos de ácido hialurónico u otros productos, si bien precisan de profesionales expertos que calibren la cantidad de grasa a colocar, ya que parte de ella se reabsorbe, y de pacientes plenamente conscientes de esta evolución”, explicaron los especialistas.

Los cirujanos plásticos son los encargados de intervenciones tan complejas como la reconstrucción de párpados que hayan tenido que extirparse por la presencia de tumores o que hayan sido objeto de quemaduras graves y las cirugías reconstructivas tras traumatismos faciales severos, que pueden incluir la reparación de fracturas de las órbitas, rinoplastias, etc.