La EPE pierde 600 millones de pesos por hurtos de energía

El presidente de la Empresa Provincial de la Energía (EPE), Maximiliano Neri, admitió ayer que el fraude para conseguir energía eléctrica sin pagar el costo del servicio se ha incrementado en los últimos meses en Santa Fe.

El presidente de la Empresa Provincial de la Energía (EPE), Maximiliano Neri, admitió ayer que el fraude para conseguir energía eléctrica sin pagar el costo del servicio se ha incrementado en los últimos meses en Santa Fe. Esto ya representa para la empresa una pérdida económica de unos 600 millones de pesos al año.

Por eso, la flamante conducción de la empresa anunció un fuerte combate a esta práctica, que representa el 7 por ciento de la facturación total de la compañía.

“El fraude es un problema importante que tiene la empresa desde el punto de vista económico y además está creciendo. La energía es muy cara y cada kilovatio que no estamos cobrando y que tenemos que pagar al mayorista es muy oneroso y genera un gran impacto”, sostuvo el funcionario.

“Sabemos que hay una costumbre arraigada en algunos sectores de generar conexiones clandestinas, además de un problema de seguridad, por eso uno de los objetivos de esta gestión es multiplicar los operativos de control para detectar conexiones irregulares”, indicó Neri.

En ese sentido, precisó que “el hurto de energía representa unos 600 millones de pesos al año para la empresa”. De inmediato, prometió reducir ese fraude y también diferenciar entre “la gente que no tiene posibilidad de pagar, de la que si puede pagar pero trata de evadir, y más ahora que seduce realizar estos ilícitos por el alto costo que tiene la energía”.

En materia social, desde la EPE apuntaron que uno de cada tres usuarios residenciales en todo Santa Fe tiene una bonificación con tarifa social, ya sea provincial o nacional.

Y que además, se continuará con el programa “Luz y Agua Segura”, destinado a regularizar la provisión de energía eléctrica en los barrios en situación de vulnerabilidad social de las ciudades de Santa Fe y Rosario, donde hay alto porcentaje de conexiones irregulares.