24 de Agosto Día del Lector

El Congreso de la Nación convirtió en ley el proyecto que instituye el 24 de agosto de cada año como “Día del Lector”, en conmemoración y homenaje al natalicio de Jorge Luis Borges.

Argentina tiene su Día del Lector, en coincidencia con el natalicio de Jorge Luis Borges. Tras su reciente aprobación en el Senado y la Cámara de Diputados de la Nación, la fecha reconoce su enorme talento, la unánime admiración internacional por su obra y su amor por la lectura.

Jorge Luis Borges (Buenos Aires, 24 de agosto de 1899 – Ginebra, 14 de junio de 1986) se vanagloriaba de su capacidad de leer. En efecto, su erudición era notable y derivaba ineludiblemente de su voracidad lectora. En su poema El lector  escribió: “Que otros se jacten de las páginas que han escrito, a mi me enorgullecen las que he leído”.

Para esta primera celebración se han organizado diversos actos, entre los que destaca el panel “Borges y la Lectura”, en el que expondrán el Samuel Cabanchik, autor de la ley nacional que, a partir de este año, instituyó el “Día del Lector”;  Horacio González, Director de la Biblioteca Nacional y María Kodama, presidenta de la Fundación Internacional Jorge Luis Borges. Posteriormente, se leerán fragmentos de la obra de Borges por parte de Carlos Gamerro, Sylvia Iparraguirre, Leonardo Levinas y Horacio Zabaljáuregui. El encuentro será en la Biblioteca Nacional en Buenos Aires

El proyecto de ley, impulsado por el senador Samuel Cabanchik  en agosto de 2011 (Proyecto Buenos Aires Federal), fue aprobado recientemente  y por unanimidad en ambas cámaras. La ley promulgada tiene el fin de promover la lectura y la democracia a través de la realización en dicha fecha de actos de divulgación de las letras y de reconocimiento a la obra y trayectoria de la máxima figura de la literatura nacional.

El proyecto asimismo destaca: “La democracia presupone y necesita de ciudadanos lectores que sepan entender y manejarse en el cúmulo de textos que se producen en la actualidad. Para ello, no basta sencillamente con saber deslizar los ojos por el texto, sino que es preciso saber decodificar significados, voces e intenciones”.