La ministra de Ciencia y Tecnología participó en Esperanza de un Café Científico

La ministra de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de Santa Fe, la esperancina Erica Hynes, destacó la importancia de incluir la perspectiva de género en la ciencia.

Belén Fabre del Ateneo Popular Esperanza, organizadores de la jornada, indicó que “es la primera actividad de muchas más” y anunció que “se está pensando formar un grupo del Ateneo Popular al que vamos a invitar a docentes y a todos aquellos a los que les interese la educación para formar un grupo amplio y pensar a la educación en términos más progresistas e integrales y en ese marco hoy se relazó el café científico”.

Quienes estén interesados en contactarse con el grupo del Ateneo Popular pueden comunicarse al correo electrónico [email protected].

Por su parte, Hynes explicó que “los cafés científicos son una herramienta que tiene el Ministerio de comunicación social de la ciencia”. “Recorremos la provincia y el territorio con estas jornadas que son de diversa temática, y en este caso el de Esperanza es sobre género y ciencia, yo ya lo daba antes de ser ministra, como investigadora y cuando me invitaron con gusto acepte dar esta propuesta”, contó.

Señaló que la iniciativa “trata acerca de las carreras de las mujeres científicas, de la perspectiva de género en el diseño de los experiemntos y acerca de la calidad de las instituciones donde hay científicos y científicas. Vamos a ver a lo largo de la propuesta que la situación real es todavía de desigualdad y algunas propuestas para que eso cambie, para llegar a una mayor igualdad más rápido”.

Destacó que “los estudios de género tienen más de 30 años de existencia y han permeado toda la academia, hoy en día hay historia, geografía, hasta física e ingeniería con perspectiva de género” y a modo de ejemplo mencionó que “en el diseño de los automóviles y los cinturones de seguridad, recién en 2004 se comenzaron a realizar los muñecos para las pruebas de seguridad de los autos de mujeres embarazadas con lo cual hasta ese momento los cinturones de seguridad estaban mal diseñados y no protegían a las mujeres embarazadas”.

“Eso se cambió gracias a que alguien tuvo esa perspectiva de incluir una mirada de género, porque los muñecos de varón datan de 1974”, remarcó.

“Hay un impulso muy grande que se viene por el movimiento de mujeres y los movimientos feministas que a raíz de un montón de discusiones que hay en la sociedad están teniendo en cuenta también estos temas. Ser investigadores no es distinto de ser trabajadora en otra profesión, los obstáculos que encontramos son los mismos pero si no logramos igualdad en los hogares no vamos a lograr más igualdad en los laboratorios, en las oficinas, en las fábricas”, analizó.