Creyó que no iba a poder ser mamá y llegó “el milagro”: la historia detrás de la “bebé youtuber”

Hacía un año que estaban intentando tener un hijo pero el embarazo no llegaba.

El ginecólogo no anduvo con rodeos. Carolina ya había cumplido 40 años y “lo ideal”, dijo, era que fuera a ver a un especialista en fertilidad. El diagnóstico los dejó en shock. Carolina tenía anovulación crónica (no ovulaba), una causa común de infertilidad. Salvo que lograran un embarazo mediante un tratamiento de alta complejidad con donación de óvulos, no iban a poder tener hijos.

“Me dijeron que, clínicamente, era imposible que quedara embarazada de manera natural. La verdad, fue difícil. Lo primero que hubo que asimilar fue esta idea de ‘no poder'”, cuenta a Infobae, Carolina Padilla (45). “En ese momento pensé: ‘bueno, hasta acá llegamos’ pero un tiempo después me di cuenta de que no había una única forma de ser madre y que todavía teníamos alternativas”.

Carolina -empleada administrativa- y Gustavo Zambotti -su marido, encargado de un edificio- decidieron hacer el tratamiento de alta complejidad. Se prepararon durante ocho meses y lograron generar cinco embriones. La ansiedad durante el proceso fue tan invasiva que siguieron un consejo habitual entre quienes hacen tratamientos de fertilidad asistida: adoptaron a Lola, una labradora de 40 días. “Nuestra hija mayor, la de cuatro patas”, así la distingue ella.

Fue a mediados de 2016 que le implantaron dos embriones: ninguno prendió. Habían quedado otros para volver a intentar una transferencia “pero yo me había bajoneado tanto que no quise saber más nada -sigue-. Es una situación que te desestabiliza mucho emocionalmente. Empecé a pensar: ‘bueno, por algo no fue’, y tratamos de seguir con nuestras vidas”.

Diez meses después, fue a un control ginecológico de rutina. “El médico me dijo: ‘¿Ves ese punto negro en el monitor?’, y yo pensé: ‘Listo, tengo un tumor'”. El médico siguió: ‘Caro, estás embarazada’. Yo lloraba y le decía: ‘No puede ser, no puede ser, vos sabés que no puede ser”. Hasta que me interrumpió: ‘¡Hace 35 años que me dedico a esto, te estoy diciendo que estás embarazada! Recién ahí miré el monitor y caí en la cuenta: lo que no podía ser, de repente era”.

Carolina seguía llorando cuando logró convertir la incredulidad en pregunta: ¿Cómo pudo ser? “El médico me dijo: ‘Mirá, yo soy un profesional pero te voy a decir algo: a pesar de la ciencia, los milagros existen'”.

Carolina caminó sin rumbo por Mar del Plata, donde viven, hasta que llamó a su marido: “Poné la pava que te llevo un regalito”. Cuando Gustavo abrió el paquete y sacó la foto de la ecografía, no entendió. Ella le explicó: “Es la primera foto de nuestro hijo”. Nadie lo podía creer. Aunque no había tenido síntomas, ya había pasado los dos meses de gestación.

Angelina -así se llamaba la abuela de Gustavo- nació el 4 de julio de 2017, cuando Carolina ya había cumplido 42 años. Le sacaron fotos y grabaron videos caseros desde su nacimiento con la idea de que pudiera verlos cuando creciera. Y fue en ese contexto que el martes pasado grabó el video que se volvió viral y cambió el curso natural de sus vidas.

“Lo puse en Facebook en privado, para que lo vieran nada más que mis contactos”, cuenta ella, todavía incrédula. Fue una amiga la que detectó que la nena comía yogur y le pidió que lo pusiera “público” para tirarse el lance de mandarlo a la marca. “De paso, se lo mandó a Tinelli, no me dijo nada”. Dos días después de haberlo grabado, Marcelo Tinelli lo compartió en su cuenta de Facebook: “¿No es muuuy linda? Me mata!!!”, escribió.

Lo vieron ahí casi 2 millones y medio de personas, lo levantaron los medios y el video de Angelina imitando a su mamá y negándose a comer se esparció, sin control, por el mundo. Pasaron ocho días y ya tiene 21 millones de reproducciones y fue compartido 630.000 veces.

“De repente en mi Facebook tenía 37.000 comentarios de personas de todos lados. Decían cosas muy lindas, especialmente que les habíamos alegrado el día o que les habíamos sacado una sonrisa“. Eran mensajes de México, Guatemala, Uruguay, Paraguay, España, Canadá, Chile, Colombia, Venezuela, Puerto Rico, Miami, Francia, Brasil y de toda la Argentina.

“Muchos me decían: ‘Qué bueno que le dediques tanto tiempo’. Yo les contesté: ‘No es la cantidad de tiempo. Yo trabajo 8 horas por día, mi marido también. Angelina pasa la mañana con una niñera y la tarde en la nursery. Es la calidad de tiempo que podés darle en ese tiempito que estás. Un rato para jugar, cantar, dejar de mandar mensajes, inflar globos, jugar con la perra, correr alrededor de la mesa. No sé…ser adultos y animarse también a parar y jugar en medio de la vorágine diaria”.

La mayoría coincidía: pedían que subiera videos nuevos. Fue el tío de Angelina, que vive en España y trabaja en Publicidad, quien pensó la idea de la “beba youtuber” y abrió un canal al que bautizó “AngyTuber Kid ́s“.

La empresa de yogures se comunicó y le mandó productos y, como ya superaron las 4.000 horas de visualización y triplicaron la cantidad de suscriptores requerida, pronto empezarán a recibir dinero. A ella le parece una buena idea: entre los sueldos de Carolina y Gustavo suman 30.000 pesos al mes y su ilusión es que sea una entrada “extra” de dinero para trabajar menos horas y estar más tiempo con su hija.

“A mí me parece bárbaro que se viralice algo que transmite alegría y que muestra un momento cotidiano que puede tener cualquier familia”, cierra ella, que acaba de enterarse de que el video salió en El Hormiguero, uno de los programas más populares de España. Angelina pasó de ser una beba más a una beba a la que reconocen por la calle. Le dicen ¿vos sos la beba del video? y ella, como en el video, contesta con una morisqueta.