La Justicia realizó un operativo para buscar bienes en la casa del testaferro de Ricardo Jaime

Manuel Vázquez fue testaferro y hacedor de negocios en la época en la que Ricardo Jaime manejaba la secretaria de Transporte de la Nación durante el kirchnerismo.

Vázquez, español, consultor, condenado por estafas, se ofreció por entonces para darle sustento financiero y de apariencia legal al entramado de negocios y coimas que regenteó Jaime desde 2003 a 2009.

Tenía una consultora llamada CAESA en la que todas las empresas que querían tener negocios en el área de transporte debían pagar una mensualidad. Facturaban las “comisiones” que Jaime-Vázquez cobraban por la vía de contratos de consultoría. Las consultorías jamás se hicieron pero el dinero fue a parar a los bolsillos del ex secretario de Transporte, preso desde 2016 por varios casos de corrupción y con condena firme por su responsabilidad en la Tragedia de Once.

La consultora de Vázquez cobró de empresas argentinas como Iecsa (de la familia Macri), Roggio, Romero-que confesaron el pago de coimas en el caso de los cuadernos- y otras tantas vinculadas al transporte. Y también recibió pagos por contratos de firmas extranjeras que operaron en los años de Jaime.

El 22 de octubre próximo en el Tribunal Oral Federal 6 de la Capital comenzará un múltiple juicio en el que Jaime será el principal imputado. Vázquez lo acompañará. Ambos serán juzgados por el delito de enriquecimiento ilícito. Se comprobó que el ex funcionario, a través de testaferros, adquirió bienes de manera ilegal cuando estuvo a cargo de los negocios en la secretaría de Transporte. Vázquez fue uno de sus testaferros.

Ricardo Jaime al ser detenido (NA)
Ricardo Jaime al ser detenido (NA)

La fiscal, Gabriela Baigún, negocia un juicio abreviado con Jaime, Vázquez, Julieta Jaime-hija del ex funcionario; Silvia Reyss, ex pareja del ex secretario de Transporte, las hijas de ella (Lorena y Agostina Jayo) entre otras personas que actuaron como testaferros.

La abreviación del juicio se concretará si todos los imputados aceptan el acuerdo que prevé la admisión de delito, la imposición de una pena y una multa proporcional a lo determinado que fue la cifra del enriquecimiento.

El jueves por la tarde, Jaime,  estuvo con la fiscal Baigún conversando los términos del acuerdo que aún no se ha firmado.

Vázquez había dicho-su hijo Julián también será juzgado- que no tenía bienes para afrontar la millonaria multa que debería pagar para abreviar el juicio. Es que como ha sido condenado por estafador y se maneja al filo de la legalidad no tiene nada a su nombre.

Para comprobar si es cierto lo que dice Vázquez, la fiscal Baigún encabezó un procedimiento el viernes pasado en la casa en la que el testaferro de Jaime cumple prisión domiciliaria, en la calle Pueyrredón al 1200 en Acassuso, en San Isidro Provincia de Buenos Aires. Allí estuvieron Baigún, María del Carmen Chena, quien está al frente de la Dirección de Recuperación de Activos y Decomiso de Bienes de la Procuración General de la Nación, y personal del Departamento Unidad Federal Antifraude de la Policía Federal.

Durante horas hicieron un relevamiento de los bienes que Vázquez tiene en su enorme y lujosa casa de tres pisos en la que viven el detenido, su mujer Marta Margarita Domínguez y su hijo Julián. Hallaron, según explicaron fuentes vinculadas al caso, cerca de 20 obras de arte de alto valor. En el procedimiento estuvo un especialista del Museo Nacional de Bellas Artes que evaluó las obras que Vázquez tiene en su casa.

También encontraron un reloj Rolex, lapiceras de marca, valiosas piezas de plata y otros objetos de valor que fueron relevados y afectados al embargo. Vázquez quedó como depositario judicial de esos bienes y no puede disponer de ellos. Si el testaferro de Jaime los vendiera o los cambiara de lugar incurriría en el delito de malversación de caudales, hecho que podría agravar su ya complicad situación judicial. La fiscal ya había pedido que se determine si Vázquez tiene bienes ocultos en Brasil y España donde el “consultor” hizo negocios durante muchos años.

El 22 de octubre no solo se juzgará a Jaime y sus testaferros por el enriquecimiento ilícito. El ex secretario de Transporte será juzgado también por una defraudación en el Ferrocarril Belgrano Cargas y por el uso de dos autos del estado para beneficio propio. Esos tres capítulos del juicio podrán ser abreviados.

El mismo Tribunal Oral juzgará la millonaria compra de trenes chatarra a España y Portugal. Allí además de Jaime estará en el banquillo de los acusados el ex ministro de Planificación del kirchnerismo Julio De Vido. Por esa defraudación no hay posible abreviación del juicio.