¿Miel o azúcar para tus músculos? Ventajas y desventajas

Entrá y enterate de los pros y contras de ingerir azúcar o miel al momento de hacer deporte

El debate es ampliamente conocido entre los deportistas. Algunas personas creen que la miel es más saludable que el azúcar, o que la miel es una fuente rápida de energía y una rica fuente de minerales, al tiempo que engorda menos.

Todas estas afirmaciones, aunque ciertas, la verdad es que no lo son tanto, indaga el portal de Sport Life Argentina. Es cierto que la miel, a diferencia del azúcar, que aporta íntegramente “calorías vacías”, contiene hierro y calcio, pero en cantidades mínimas que no suponen una diferencia significativa. Por otra parte, con la excusa de ser un producto natural, se llega a utilizar de forma incluso abusiva, resultando finalmente un extra significativo de calorías. Comparemos estas dos formas naturales de endulzar:

Miel

La miel es un alimento rico en nutrientes que las abejas elaboran a partir del néctar de las flores, transformándolo en miel gracias a la acción de sus enzimas salivares. Es el alimento básico de la colmena y, dependiendo del tipo de flor de la que extraen el polen, la miel puede ser de romero, de tomillo, de eucalipto, etc.

Su índice glucémico es de 55 a 87 (bastante menor que el del azúcar) y varía dependiendo del tipo de miel y su pureza. Una cucharada de azúcar de mesa tiene 64 calorías, mientras que una cucharada de miel también contiene agua, de manera que aporta 46 calorías, menos que el azúcar blanco, pero no debemos olvidar que es un alimento altamente calórico. De hecho, es el alimento más calórico que se encuentra de forma natural.

Una pequeña cantidad de miel es capaz de endulzar mucho más que el azúcar, por tanto, con poca cantidad conseguimos endulzar de forma eficiente. Es cierto que aporta vitaminas y minerales, pero en un porcentaje de 1%, lo que no es significativo.

Hidratos de carbono: 82,4g
Proteínas: 0,3g
Lípidos: 0 g
Agua: 17,1 g
Calorías: 350/100 g

Azúcar negra

Hay que diferenciar entre azúcar negra y azúcar integral, ya que la mayor parte del azúcar moreno que se vende en la actualidad no es más que azúcar blanco refinado al que se le ha añadido extracto de melaza de caña, el resultado final es azúcar de mesa coloreado. Sin embargo, el azúcar negra original se obtiene por la cristalización del jugo de caña de azúcar, pero no es procesado ni refinado. De ahí que sea popularmente conocido como azúcar integral, cuestión importante que se debe tener en cuenta al consumirlo. El poder endulzante de este último es bastante menor, por esta razón la industria ha utilizado la estrategia de cambiar el color para comercializarlo como azúcar negra, cuando realmente es azúcar blanca de mesa.

El azúcar sin refinar aporta vitaminas del grupo B, además de minerales como el potasio (320 mg), calcio (85 mg), sodio (40 mg) y magnesio (23 mg). Su contenido calórico es el siguiente:

Hidratos de carbono: 96,4 gramos
Proteínas: 0 g
Lípidos: 0 gramos
Agua: 2,1 gramos
Calorías: 374/100 g

El veredicto

Si bien su aporte calórico es similar, en la miel el contenido de calorías es ligeramente inferior y frecuentemente se utiliza en menores cantidades, ya que su poder endulzante es superior. Por eso las calorías que obtendríamos al usar miel generalmente resultarán menores que las consumidas con el azúcar. Es decir, no es que la miel engorde menos, sino que se utiliza en menor cantidad.

Con esta alta concentración de azúcar, la miel no es un alimento que podamos considerar precisamente como saludable o beneficioso para nuestra salud como popularmente se cree y no debe servir como excusa para utilizarla de forma indiscriminada basándose en sus propiedades beneficiosas que, como hemos analizado, son muy limitadas.

Tampoco lo son sus derivados, la jalea real, el polen o los propóleos, que siguen siendo azucarillos de la naturaleza. Lo ideal sería endulzar lo menos posible ya que al final son aportes calóricos significativos, pero si hemos de decantarnos por una forma de endulzar, la balanza se inclina de forma ligera hacia la miel, pero recordando que siempre con moderación.