Tu salud no se toma vacaciones

Te contamos qué medidas preventivas son necesarias y qué es importante conocer para minimizar riesgos y disfrutar de tus vacaciones sin que tu salud se vea afectada.

Al viajar nos exponemos a infecciones que pueden adquirirse en los lugares que visitamos, las cuales varían entre diferentes países e, incluso, entre distintas regiones de un mismo país. Por ejemplo, no son los mismos riesgos para la salud del viajero que visita Europa que para aquel que lo hace al Caribe.

Desde hace algunos años, dentro de la medicina se desarrolló una especialidad dedicada a indicar los cuidados que deben ser considerados al viajar para no adquirir una enfermedad, generalmente infecciosa, y al tratamiento de enfermedades contraídas en el exterior. Los especialistas de la denominada Medicina del Viajero son a quienes debemos recurrir para realizar lo que se conoce como consulta previaje.

La consulta previaje debe realizarse entre 30 y 60 días antes de la fecha de partida. Tiene como objetivos principales efectuar una evaluación médica del viajero y conocer el destino o itinerario por realizar, para advertir así las enfermedades infecciosas que pueden contagiarse o adquirirse e indicar las medidas de prevención correspondientes.

Es importante conocer si el paciente padece alguna patología, cuál es su medicación habitual, si su calendario de vacunación se encuentra actualizado y cuáles son las características del viaje en cuanto a tiempo de duración, alojamiento y actividades por realizar entre otros puntos.

Asimismo, los especialistas realizarán un asesoramiento sobre medidas preventivas para accidentes, quemaduras de sol y mordeduras de animales, como así también sugerencias útiles en el caso que viajen niños, embarazadas o personas inmunocomprometidas.

Las enfermedades del viajero pueden prevenirse considerando tres puntos principales: los hábitos higiénicos-dietéticos, las vacunas y la profilaxis con medicación.

En los últimos tiempos, los lugares más elegidos y visitados, además de Europa y Norteamérica (los cuales no demandan precauciones especiales), son Centroamérica, Caribe, países de Sudamérica y del Sudeste Asiático, incluida la India.

En todas las regiones, fuera de Europa y Estados Unidos, es importante mantener los buenos hábitos higiénico–dietéticos, referidos fundamentalmente a la ingesta de líquidos y alimentos. Las enfermedades transmitidas por este medio son las infecciones gastrointestinales. La llamada diarrea del viajero es la más frecuente y va desde un cuadro simple de pocos días de duración hasta gastroenteritis graves, en su mayoría producidas por bacterias (80% de los casos), parásitos o virus.

Otras enfermedades comunes son las trasmitidas por diversos vectores, principalmente el mosquito, por lo que es necesario tomar todas las medidas de prevención para evitar las picaduras. Las más importantes es el uso de ropa adecuada, de repelentes apropiados y de aire acondicionado en los alojamientos o ventilador de techo.

Por otra parte, existen enfermedades prevenibles por vacunas, muchas de ellas incluidas en nuestro calendario de vacunación obligatoria y otras recomendadas de acuerdo a los riesgos del viajero por la zona a visitar y otras características específicas de cada caso.  Antes de viajar debe chequearse que se encuentren actualizadas y evaluar si es necesario colocar refuerzos para permanecer inmunes contra enfermedades comunes o ante un brote epidémico de alguna enfermedad en la región a la cual viajamos.

La enfermedad que capta toda la atención es la fiebre amarilla, motivo por el que debe conocerse si en nuestro destino circula o no el virus. (Destacado)

Esta enfermedad se transmite a través de la picadura de un mosquito infectado y no por contacto personal. Puede prevenirse con una dosis de vacuna, cuya inmunidad es de 10 años, que tiene la particularidad de ser a virus vivos, por lo que se recomienda su colocación al menos 15 días antes de iniciar el viaje. Esta infección puede producir complicaciones simples como fiebre, por ejemplo y, en raros casos, complicaciones más severas como encefalitis (afección del sistema nervioso central). Para acceder a esta vacuna en la ciudad de Córdoba, podés dirigirte al Hospital Misericordia o al Hospital Pediátrico.

Otras enfermedades que pueden adquirirse son la Fiebre Tifoidea y la Hepatitis A que, si bien son prevenibles por vacunas, pueden evitarse siguiendo buenos hábitos alimenticios ya que se transmiten a través de agua o alimentos contaminados.

La profilaxis a través de la toma de medicamentos hace referencia a que determinada medicación evita contraer cierta enfermedad. Existen pocas afecciones prevenibles por este mecanismo. La más conocida, y en la que se utiliza siempre esta medida, es la malaria o paludismo.

La malaria, transmitida también por la picadura de mosquitos, está distribuida por todo el mundo. Es producida por un parásito del género Plasmodium, siendo los dos más frecuentes el Plasmodium falciparum, responsable del paludismo en África, y el Plasmodium vivax, causante del paludismo en otros países fuera del África subsahariana.

En 2015, aproximadamente la mitad de la población mundial corría riesgo de padecerla, ocurriendo la mayoría de los casos y de las muertes en el África subsahariana, pese a estar afectadas también Asia Sudoriental, Latinoamérica y Oriente Medio.

Para evitar esta enfermedad, se utilizan diversas drogas antipalúdicas. Se trata de fármacos profilácticos que detienen la infección en su fase hemática, es decir cuando el parásito invade los glóbulos rojos. Para una prevención exitosa es necesario conocer el lugar al que se viaja, ya que existen diferentes Plasmodium que no son sensibles a la misma droga.

El medicamento no mata al parásito, sino que impide la invasión de este en los glóbulos rojos. Por eso debe indicarse la medicación una semana antes de llegar a destino, continuarla durante el tiempo de permanencia en la zona de contagio y durante cuatro semanas posteriores a la salida de la misma.

La edad del paciente, el destino, la duración del viaje y las enfermedades preexistentes son puntos clave por considerar al momento de tus vacaciones. Realizá una consulta previaje para incorporar medidas preventivas oportunas de acuerdo con tu lugar de destino.