Luis Miguel fue protagonista de un violento episodio la noche del martes durante un show que estaba brindando en el Centro de Convenciones Amador, en Panamá. Por lo visto en sus últimas presentaciones, el cantante suele expresar su malestar cuando nota problemas con el sonido mientras se encuentra sobre el escenario. Lo hace con gestos ampulosos. Pero en esta ocasión vez lo manifestó de una manera repudiable.
El Sol de México interpretaba “Decídete” cuando se quejó del sonido que se emitía durante el show. Mientras intentaba continuar la canción, miraba a su derecha para indicarle al sonidista que no estaba conforme. Segundos después dejó el escenario y se asomó por detrás del telón para hablar con el técnico, aunque no llega a observárselo en el video al que tuvo acceso Teleshow.
Lo que sí se puede verse claramente es que después de intercambiar algunas palabras, evidenciando su descontento, Luis Miguel levanta su mano derecha y propicia un golpe.
Sucedió en el segundo tramo del show, cuando el músico ya lucía un look más informal, con remera negra y chaleco. En la primera parte, cuando viste de traje, el cantante hizo el ademán de lanzar un golpe mientras miraba para el sector donde estaba ubicado el sonidista.
Según pudo saber Teleshow, el sonidista se cansó de los reiterados maltratos y decidió iniciarle acciones legales. “Se trenzaron feo, los tuvo que separar su guardaespaldas”, contó un testigo de la pelea.
Al ver la violenta reacción de Luis Miguel, el público presente repudió su actitud y comenzó a abuchearlo. Además, se quejaron de que el show parecía un karaoke y un recital a la altura de lo que el músico solía brindar. “La gente decía que fueron a hacer un karaoke con cortesía de Luis Miguel. La gente cantó, pero él no”, precisaron a Teleshow.
Con respecto al show, además del disgusto del público, no tuvo la longitud que suelen tener sus recitales. En la mayoría de las ocasiones duran dos horas por lo menos. Anoche en Panamá duró ese mismo tiempo, pero con distintos intervalos porque Luis Miguel se peleó varias veces con su sonidista. “La verdad, fue un papelón”, contaron.
En el primer show que dio en Buenos Aires los primeros días de marzo en el marco de su gira México por siempre, el músico también se había quejado del sonido. “¡Se escucha bien! ¡Se escucha bien! ¡Se escucha bien!”, intentó calmar el público argentino en su momento, a pesar de que él seguía quejándose.
