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La devoción marcada por la pandemia

Dos de las celebraciones religiosas más importantes que tiene la ciudad de Santa Fe, se vieron afectadas por segundo año consecutivo por las restricciones debido a la pandemia. La fiesta de Guadalupe y San Expedito debieron adaptar sus celebraciones a lo que marcan los protocolos anti Covid-19.


El fin de semana fue la Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, una tradición que tiene más de 100 años en la ciudad de Santa Fe, en los alrededores del Santuario ubicado en el barrio que lleva el nombre de la advocación Mariana.

Como pocas veces sucedió y por segundo año consecutivo, no se pudo llevar a cabo la multitudinaria misa en la plaza Padre Trucco y la procesión que antecedía  a esa celebración central, para la que por única vez en el año sacaban a las calles la imagen que permanece el resto del año en el camarín ubicado en la parte superior de la Basílica.

Tampoco se vivió todo ese folklore tan tradicional de una fiesta que conjuga lo religiosos con lo pagano, donde se ve llegar peregrinos que recorrieron kilómetros y se puede comprar ropa o bijouterie en un mismo metro cuadrado.

Algo similar sucede este lunes con la celebración de San Expedito, un Santo cuya devoción en Santa Fe comenzó a crecer cuando hace 18 años una imagen del Santo fue traída desde Brasil por la familia Gaitán y entronizada en la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús.

A partir de ese momento la fama del Santo, patrono de “las causas justas y urgentes” fue creciendo y con ello la devoción de los santafesinos y fieles que cada 19 de mes llegan hasta la parroquia de calle 4 de enero al 2400 de la capital provincial.

El día de la celebración anual, en abril de cada año, una multitud llegaba hasta la Iglesia en la que está su imagen tallada en madera. La postal habitual de los 19 de abril era de una larga fila de fieles que peregrinaban para pedir o agradecerle al Santo.

En 2020, el aislamiento que regía a propósito de la pandemia, impidió la realización de la tradicional procesión, algo que vuelve a suceder este año, aunque con la celebración de varias Misas, de las que se puede participar con un cupo de hasta el 30 por ciento de la capacidad de la iglesia, o seguirlas en su transmisión por las redes sociales.

Según una leyenda, Expedito provenía de una familia patricia; siguió la carrera militar y llegó a ser comandante de las Legiones Romanas. Fue designado en Melitene, la antigua Capadocia, hoy Turquía. Si bien recibía una paga generosa y gozaba de todos los privilegios de las clases superiores, en su corazón se encendía la llama de la fe cristiana a medida que iba conociendo la prédica y el testimonio de los cristianos.

Luego de una batalla decidió convertirse, pero cuenta la tradición que ante su inminente decisión, se le apareció un cuervo que trató de persuadirlo al grito de “cras”, que significa mañana en latín. Al instante, reaccionó, respondiendo: “hodie”, cuyo significado es hoy y agregando: “No lo dejaré para mañana, hoy seré cristiano”; pisoteó al cuervo, dejando con ese gesto inquebrantable su opción de fe.

Junto a otros soldados conversos murió mártir en la persecución del emperador Diocleciano, el 19 de abril del año 303.

Por ese motivo es conocido como abogado de las causas imposibles, También pasó a ser patrono de las personas que quieren obtener una gracia por una causa perdida, pero la necesitan inmediatamente.

La pandemia, que marcó nuestras vidas para siempre, también cambió la forma en que los fieles se suman a estas celebraciones religiosas, utilizando la tecnología, venerando desde un altar levantado en casa o simplemente recordando cuando el Covid no existía y de a cientos concurrían a las celebraciones religiosas más importantes de la ciudad.

 

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