Según el último informe de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), el consumo de los hogares en marzo de 2025 avanzó un 4,2% en comparación interanual, continuando con la tendencia positiva observada en los primeros meses del año. Este crecimiento también se reflejó en el acumulado del primer trimestre, con una suba del 3,6% frente al mismo período de 2024.
A pesar del buen desempeño en términos interanuales, el indicador mostró una contracción desestacionalizada de 1,1% en marzo respecto al mes de febrero, es decir, sin tener en cuenta los efectos estacionales habituales del consumo a lo largo del año. Este descenso interrumpió los tres meses consecutivos de avances, pero el dato sigue siendo positivo cuando se evalúa el desempeño anual.
El informe de la CAC destacó que el primer trimestre de 2025 mostró subas mensuales en todos los rubros, con el mes de marzo alcanzando el nivel más alto de crecimiento desde noviembre de 2023. No obstante, el análisis también remarcó que la aceleración inflacionaria registrada en marzo, con una inflación mensual del 3,7% y una interanual del 55,9%, dificultó el proceso de recuperación del consumo de los hogares.
En cuanto a los sectores más destacados, el rubro de indumentaria y calzado mostró un fuerte crecimiento del 14,4% interanual, mientras que el transporte y vehículos creció un 5,1%. Recreación y cultura también experimentó un aumento del 3,5%, mientras que vivienda, alquileres y servicios públicos aumentó un 0,6%.
La CAC señaló que, a pesar de la moderación en el consumo de bienes duraderos, como los vehículos, el consumo masivo continúa recuperándose, con una tendencia hacia una mayor compra de bienes duraderos a través de créditos, en lugar de productos de consumo diario. Este cambio en la estructura de consumo refleja una ligera mejora en el ingreso disponible de los hogares, aunque los efectos de la inflación continúan impactando el comportamiento de los consumidores.
En resumen, aunque el consumo sigue creciendo interanualmente, el escenario económico incierto, con una inflación acelerada y la transición hacia bienes duraderos financiados por créditos, plantean desafíos para la recuperación sostenida del poder adquisitivo de los hogares.