El Vaticano dio a conocer este martes el resultado oficial de la autopsia del papa Francisco, fallecido a los 88 años en su residencia de Santa Marta, en Roma. Según informó la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el Sumo Pontífice murió como consecuencia de un «colapso cardiovascular irreversible» y una «apoplejía cerebral» (derrame cerebral).
El informe médico, difundido a través de Vatican News, fue elaborado por el profesor Andrea Arcangeli, director de la Dirección de Sanidad e Higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano, quien realizó un electrocardiograma tanatológico para confirmar las causas del deceso.
El ex arzobispo de Buenos Aires padecía múltiples afecciones crónicas que complicaron su estado de salud en los últimos años. Entre ellas, insuficiencia respiratoria aguda por neumonía bilateral multimicrobiana, bronquiectasias múltiples, hipertensión arterial y diabetes tipo II.
Francisco había estado internado durante 37 días en el Hospital Policlínico Gemelli de Roma, desde el 14 de noviembre, por un cuadro respiratorio severo. Fue tratado con ventilación mecánica no invasiva y, tras una recuperación progresiva, recibió el alta médica el 23 de marzo. Aquel día, saludó brevemente desde el balcón del hospital en silla de ruedas, agradeciendo las oraciones de los fieles.
No era la primera vez que el pontífice enfrentaba complicaciones graves de salud. En 2021 fue operado del colon, y en 2023 fue hospitalizado en dos ocasiones: primero por una infección respiratoria y luego por una hernia abdominal que también requirió intervención quirúrgica.
Su muerte pone fin a un papado marcado por el compromiso con los sectores más vulnerables y por profundas reformas internas en la Iglesia Católica.