En un inesperado giro diplomático, el ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este sábado un acuerdo de alto el fuego total entre India y Pakistán, luego de una jornada marcada por ataques con misiles y una creciente tensión en la región del sur de Asia.
“Después de intensas negociaciones, tanto India como Pakistán han acordado un alto el fuego completo e inmediato”, afirmó Trump desde su residencia en Mar-a-Lago. El ex mandatario se atribuyó el éxito de la mediación, destacando que ambas partes “eligieron la zona correcta” para retomar el camino de la paz.
El ministro de Asuntos Exteriores de Pakistán confirmó que el alto el fuego entró en vigencia a las 17:00, hora de Nueva Delhi, y agradeció públicamente los esfuerzos del ex presidente. “Pakistán siempre ha buscado una resolución pacífica de nuestras diferencias. Esperamos que este gesto sea el inicio de un diálogo constructivo”, expresó en un comunicado.
Desde Washington, el secretario de Estado Marco Rubio también celebró el acuerdo, revelando que junto al vicepresidente J.D. Vance mantuvieron conversaciones con los líderes de ambos países: el primer ministro indio Narendra Modi y su par pakistaní, Shahbaz Sharif. “Ambos gobiernos han acordado no solo el cese de hostilidades, sino también la apertura de una mesa de diálogo en territorio neutral”, publicó Rubio en la red social X.
El acuerdo llega en un momento crítico, tras varios ataques con misiles que India lanzó contra bases aéreas en Pakistán, hechos que encendieron las alarmas internacionales. Las tensiones, alimentadas por disputas históricas como la de Cachemira, amenazaban con escalar a un conflicto de mayores proporciones.
Aunque la comunidad internacional recibió con alivio la noticia del alto el fuego, varios analistas llamaron a la cautela. “Trump tiene una habilidad innegable para generar titulares y cerrar acuerdos, pero falta ver si este alto el fuego resistirá el paso del tiempo y las tensiones latentes”, analizó un experto en política internacional.
El acuerdo incluye el cese de toda acción militar, la retirada de tropas de la línea de control y el compromiso de ambas partes de sentarse a dialogar sobre las raíces del conflicto. Las conversaciones contarán con mediadores internacionales y se desarrollarán en una sede aún por confirmar.
Por ahora, el mundo observa con atención un proceso de paz que parecía improbable, impulsado por un protagonista tan controvertido como inesperado.
