En un escenario económico donde los precios parecen no dar tregua, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) difundió este miércoles un dato que trae algo de alivio: en mayo, la Canasta Básica Alimentaria (CBA) —indicador que mide el umbral de la indigencia— bajó un 0,4%, registrando así su primer descenso mensual en doce meses.
Por su parte, la Canasta Básica Total (CBT), que establece la línea de pobreza, tuvo un incremento marginal de apenas 0,1% mensual, también el más bajo del último año. Ambas cifras contrastan con el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de mayo, que marcó una suba del 1,5% mensual, consolidando una desaceleración en el ritmo inflacionario de los bienes esenciales.
De acuerdo al relevamiento oficial, una familia tipo, compuesta por dos adultos y dos menores, necesitó $1.110.624 para no caer bajo la línea de pobreza y $500.281 para evitar la indigencia. Comparado con mayo de 2024, la CBT acumuló un incremento interanual del 30,5%, mientras que la CBA subió un 29,3%, ambas también muy por debajo del IPC interanual del 43,5%.
En términos acumulados, durante los primeros cinco meses del año, la CBT subió 8,4% y la CBA un 11,3%, porcentajes que también muestran una desaceleración respecto a los picos alcanzados en 2023.
El informe del INDEC también desglosa cuánto necesita cada tipo de hogar. Un núcleo familiar de tres personas requirió $398.282 para la CBA y $884.186 para la CBT. En tanto, un hogar de cinco integrantes necesitó $526.185 para la CBA y $1.168.132 para la CBT.
Aunque los valores continúan siendo elevados y reflejan la persistente presión sobre el poder adquisitivo, el freno en el ritmo de aumento de las canastas básicas representa una señal positiva en la lucha contra la inflación y la pobreza estructural. El dato se conoce en un contexto de fuerte ajuste fiscal, caída del consumo y una economía en recesión.
Si bien es temprano para hablar de un cambio de tendencia consolidado, la leve baja en los alimentos esenciales y la desaceleración de las canastas básicas podrían marcar el inicio de una nueva etapa en los precios. Las próximas mediciones serán clave para confirmar si este alivio es pasajero o el comienzo de una estabilización más duradera.