Roberto “Cachorro” Acosta, puntero político santafesino vinculado al Partido Justicialista, admitió públicamente haber realizado las pintadas con la leyenda “Rosatti, ojo”, dirigidas al presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, luego de que el máximo tribunal confirmara la condena a Cristina Fernández de Kirchner por la causa Vialidad. Sin embargo, negó haber querido amenazarlo y se mostró arrepentido por lo ocurrido.
“Fue un momento de enojo, nada más. No fue un plan. No tengo nada contra Rosatti. Me salió ahí nomás”, sostuvo Acosta ante el móvil EME desde su casa ubicada en San José al 6900, la cual fue allanada el pasado jueves por la Policía Federal en el marco de una causa por presuntas amenazas e intimidaciones públicas.
-
Lee más: Jueces federales repudian amenazas contra Horacio Rosatti y llaman a defender la vida institucional
“Estoy arrepentido. Fue una pintada, un dibujito, no una agresión”, reiteró Acosta, quien afirmó que no existió una organización detrás del hecho. “No es que lo armó fulano o sultano. Fue solo un impulso”, aseguró.
Durante el operativo policial se secuestraron varios elementos, entre ellos afiches de Cristina Kirchner, una camiseta con la inscripción “Unidad Básica Peronista”, una bufanda, un gorro y ocho teléfonos celulares. Sobre este último punto, Acosta aclaró que “varios celulares son de mis familiares”.
Finalmente, el dirigente criticó el procedimiento al calificarlo como “desmedido”. “Estoy enojado porque entraron como en los años 70. Fue una reacción exagerada. Si tuviera la oportunidad, le pediría disculpas a Rosatti”, concluyó.