La madrugada del domingo comenzó con un fuerte operativo en el barrio porteño de Constitución. A las 2 de la mañana, efectivos de la Policía de la Ciudad desalojaron de manera sorpresiva el acampe de militantes que permanecían frente al departamento de la exvicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, ubicado sobre la calle San José al 1100. El procedimiento se realizó sin incidentes ni detenciones.
Según confirmaron fuentes oficiales, los agentes retiraron carpas, banderas y estructuras instaladas sobre la vía pública, con el objetivo de liberar el espacio para garantizar la circulación y el orden urbano. “No se reprimió a nadie. Se limpió la zona y se fueron”, detallaron voceros policiales. A las 3 de la madrugada, la calle ya se encontraba despejada y el tránsito había sido restablecido.
El operativo se dio en un contexto judicial delicado. Días atrás, la defensa de la expresidenta solicitó al Tribunal Oral Federal 2 que le permita cumplir la condena de seis años de prisión por la causa Vialidad en su domicilio particular. El pedido, presentado por su abogado Carlos Beraldi, argumentó razones de seguridad personal y el rol institucional de Kirchner como exmandataria.
El planteo incluye la negativa al uso de tobillera electrónica, debido a que Cristina Kirchner cuenta con custodia oficial las 24 horas. Además, la dirección ofrecida como lugar de cumplimiento de la pena domiciliaria coincide con el sitio donde fue realizado el desalojo.
Peritos de la Dirección de Control y Asistencia de Ejecución Penal ya inspeccionaron el departamento en cuestión, ubicado en San José al 1100, y concluyeron que “reúne las condiciones necesarias para el arresto domiciliario”. El informe consideró aspectos edilicios, características del entorno y la seguridad general del inmueble.
Mientras tanto, el Tribunal Oral Federal deberá resolver si hace lugar al pedido de la defensa. En paralelo, el clima político en torno a la figura de Cristina Kirchner sigue generando reacciones en distintos sectores sociales, como lo evidenció la presencia de militantes en las inmediaciones de su residencia.
