Cayó un hombre de Los Monos por organizar balaceras a edificios judiciales

Lo atrapó la Policía Federal en un hotel céntrico. Se trata de Leandro “Chulo” Olivera. Estaba junto a su pareja, que dijo ser la hermana del futbolista Ángel Correa.

Un hombre de 29 años fue detenido ayer en la puerta de un hotel céntrico sospechado de haber orquestado algunas de las balaceras ejecutadas para intimidar a miembros del Poder Judicial tras la condena a la banda de Los Monos. Fue identificado como Leandro Daniel “Chulo” Olivera y sindicado como “nueva mano derecha” del líder de la banda de Las Flores, Ariel “Guille” Cantero, quien ya fue imputado por siete de esos ataques a tiros contra propiedades vinculadas con funcionarios policiales y judiciales que participaron del proceso que investigó y condenó a la mencionada banda.

Fuentes judiciales confirmaron que Olivera fue detenido por efectivos de la Policía Federal minutos después de las 18 en inmediaciones del hotel Howard Johnson de Italia y Mendoza. El joven se encontraba con su novia, una joven de 20 años que también fue demorada y se presentó ante los uniformados como Julieta Correa, hermana del futbolista Angel Correa, jugador del Atlético Madrid que ya fuera vinculado con Los Monos e incluso citado como testigo en el juicio oral a la banda liderada por la familia Cantero (ver aparte).

Fuentes allegadas a la investigación señalaron que “Chulo” será imputado el viernes por fiscales de la Unidad de Gravedad Institucional del Ministerio Público de la Acusación (MPA). Según trascendió ayer, el muchacho habría sido el encargado de organizar los ataques ordenados por “Guille” Cantero, a quien visitaba asiduamente en la cárcel. En principio se le van a atribuir hechos por los cuales ya han sido imputadas otras personas detenidas por la primera tanda de balaceras.

Sin embargo, no se descarta que haya participado en los hechos posteriores, como el perpetrado contra el Concejo Municipal en diciembre último. En ese sentido, al cierre de esta edición se practicaban medidas en la habitación del hotel donde estuvio alojada la pareja un día y medio.

Organizador

Olivera era buscado desde hacía meses. Según los investigadores, estaba al frente de una de las dos células que desde mayo del año pasado atacaron a tiros edificios relacionados con jueces y policías que participaron del proceso contra Los Monos. Desde hace unos días personal de la Policía Federal lo había ubicado en el centro de Rosario, alojado con una identidad falsa en unos departamentos de alquiler temporal que pertenecen al hotel Howard Johnson.

“Chulo” estaba apuntado como “mano derecha de Guille” por investigadores judiciales y policiales. “Un tapado que apareció cuando empezaron a caer presos los miembros de las líneas superiores”, tal como lo definió un pesquisa. Según esta fuente, organizaba económicamente los ataques, pasaba los datos y repartía las armas.

Hasta ayer no estaba sospechado de haber disparado en ninguno de los hechos por los que era buscado, pero no se descarta que a partir de su detención se obtenga nueva información sobre sus actividades. Por ejemplo, podría establecerse si también estuvo o no detrás de las balaceras de la segunda tanda inaugurada el pasado 10 de diciembre contra los Tribunales provinciales, el Centro de Justicia Penal (CJP) y el Concejo Municipal.

Tandas

Las balaceras contra edificios vinculados al Poder Judicial y a funcionarios que investigaron a Los Monos comenzaron el 29 de mayo de 2018 cuando fueron atacadas dos casas en las que alguna vez vivió el juez Ismael Manfrín, presidente del tribunal oral que condenó en primera instancia a los principales referentes del clan Cantero (y a algunos policías acusados de trabajar para ellos) como miembros de una asociación ilícita.

Los ataques a tiros desde motos totalizaron 15 en una primera tanda. En algunos casos fueron casas particulares donde alguna vez vivieron jueces, funcionarios o policías, o bien donde residían familiares de éstos. En algunos de esos casos los atacantes dejaban mensajes escritos en cartones con la leyenda “Con la mafia no se jode”.

En octubre pasado la investigación arrojó detenciones e imputaciones a una decena de personas. El principal imputado fue “Guille” Cantero, a quien le atribuyeron la autoría intelectual de al menos siete hechos orquestados desde la cárcel. Otros imputados por diferentes balaceras fueron Daniel “Teletubi” Delgado (instigador en dos episodios), Matías Nicolás César (instigador en cinco casos) y Lucía Uberti, a quien le atribuyen haber planeado y coordinando “la faz operativa” de al menos ocho hechos, organizando a los tiradores que concretaban los ataques.

Una labor similar a la de Uberti se le achacaría a “Chulo” Olivera, a quien algunos investigadores sitúan al frente de una de las células de atacantes. Cabe recordar que muchas de las balaceras ocurrieron con diferencia de minutos en distintos lugares de la ciudad. Al parecer, en aquellos casos un tiroteo era ejecutado por el grupo que manejaba Uberti y el otro por el que comandaba Olivera.

Ya con los principales instigadores detenidos, el pasado 10 de diciembre se inauguró una segunda etapa de ataques: en un lapso de 24 minutos fueron baleados los Tribunales provinciales y el CJP, que ya había sido tiroteado en la primera tanda. Las balaceras continuaron el 19 de ese mes, contra el frente del Concejo, y el 20, cuando volvieron a disparar contra la Fiscalía Regional de Montevideo al 1900.

Sin imputados

Por esta última tanda, a la que se agrega el ataque más reciente del pasado 31 de enero contra la vivienda de una empleada judicial en Rioja al 500, no hubo imputados aún. Si bien Olivera será acusado por hechos anteriores, no se puede descartar que esté vinculado con los nuevos ataques ocurridos a fines del año pasado y el de 2019. En ese sentido, se esperaba el resultado de los allanamientos practicados al cierre de esta edición.

Respecto de Olivera, fuentes judiciales señalaron que no tiene antecedentes aunque sí algunas denuncias en su contra por violencia de género. En cuanto a su novia, Julieta Soledad Correa, anoche no se había definido su situación procesal.