El hecho generó la indignación y el repudio de la comunidad de la ciudad balnearia.
Turistas británicos en despedida de solteros en la ciudad española de Benidorm provocaron indignación por pagarle a un indigente para que se tatuara el nombre del novio en la frente.
Karen Maling Cowles, presidenta de la Asociación Británica de Comercio de Benidorm, dijo que el grupo le dio a Tomek, de 34 años y oriundo de Polonia, 100 euros por ponerse «Jamie Blake, North Shields, NE28» tatuado en su frente, aunque no fue completado porque el tatuaje le producía demasiado dolor.
Los residentes del balneario criticaron al grupo luego de que el local de tatuajes posteó una foto en Facebook -que luego bajó- de Tomek siendo tatuado.
Maling Cowles, que rastreó a Tomek tras ver la fotografía, dijo: “Quedé impactada de verlo realmente mirándote. En un nivel humano, es repugnante, ése podría ser mi hijo. La comunidad está horrorizada al respecto y muchos turistas también. Es horrible, agarrar a una persona en una situación de vulnerabilidad y tirarle un poco de plata para obtener un rápido momento de diversión”
Turistas británicos en despedida de solteros en la ciudad española de Benidorm provocaron indignación por pagarle a un indigente para que se tatuara el nombre del novio en la frente.
Karen Maling Cowles, presidenta de la Asociación Británica de Comercio de Benidorm, dijo que el grupo le dio a Tomek, de 34 años y oriundo de Polonia, 100 euros por ponerse «Jamie Blake, North Shields, NE28» tatuado en su frente, aunque no fue completado porque el tatuaje le producía demasiado dolor.
Los residentes del balneario criticaron al grupo luego de que el local de tatuajes posteó una foto en Facebook -que luego bajó- de Tomek siendo tatuado.
Maling Cowles, que rastreó a Tomek tras ver la fotografía, dijo: “Quedé impactada de verlo realmente mirándote. En un nivel humano, es repugnante, ése podría ser mi hijo. La comunidad está horrorizada al respecto y muchos turistas también. Es horrible, agarrar a una persona en una situación de vulnerabilidad y tirarle un poco de plata para obtener un rápido momento de diversión”.
Tomek es tatuado con el nombre de uno de los turistas británicos.
Dijo que Tomek estaba amarillento, temblaba y le dijo que era alcohólico. Que había caminado 2.700 kilómetros hasta Benidorm tras el colapso de la relación con su novia. Como resultado le quedó un dolor de espalda que le complica su capacidad para caminar.
Y agregó que tras gastar parte del dinero que le dieron los turistas británicos, fue atacado en la playa y le robaron los 17 euros que le quedaban.
«Cualquiera que le ofrezca a un indigente 100 euros, él va a aceptarlo», djio Mailin Cowles, cuyo marido es tatuador. «Tristemente, es lo que les ocurre a las personas vulnerables. Estaba avergonzado cuando me acerqué a él, estaba cubierto de arena porque había estado durmiendo en la playa. Le dije que haría algo para tratar de ayudarlo y me tomó la mano, la besó y dijo: «Eres un ángel».
