Una nena de 8 años fue junto a su mamá y tres hermanos al restaurante “Rey del Vino” en Palermo y no la dejaron entrar porque llevaba consigo a su perro de asistencia, ya que padece Sindrome de West o Espasmos Infantiles y Trastorno Generalizado del Desarrollo (TGD).
Su madre Laura Fernandez Lugli, a través de Facebook, hizo un descargo público donde relató cómo fueron los hechos el sábado pasado en el lugar y qué le dijo el encargado, a quien acusa de “discriminador”, al igual que los demás directivos.
“Por favor difundir! Ellos son perros de asistencia para personas discapacitadas. En este caso mi hija, con Síndrome de West Y TGD. Ayudame a concientizar para que no nos nieguen más la entrada a lugares con nuestros hijos o familiares o en primera persona”, comenzó Fernandez Lugli.
En el mismo posteo, la mujer expone su comentario en la página oficial del restaurante: “Impresentables […] Le mostré el carnet. Todo. Es oficial. Los comensales se enojaron con la deplorable actitud. Hay una ley 26.858! El encargado o el dueño me echó. Andate! Delante de mis hijos! […] La verdad nos arruinó la noche. Llamé a la policía, hice la denuncia por discriminación. Violó los derechos del menor y discapacidad, más la utilización de perro lazarillo. Son una basura!!”
Según comenta Fernandez Lugli, su hija Lola lamentablemente recibe a diario estas respuestas en distintos lugares. “¿Porque tenemos que pasar mal rato? Después, ¿tener que hacer denuncia? No… ni ganas, bastante tenemos. En Argentina se entregan en el Gobierno de la Ciudad!”, dice.
Por su parte, “Rey del Vino” escribió en su cuenta de Facebook: “Estamos al tanto y nos entristecen los lamentables hechos ocurridos en nuestro local en el día de ayer viernes por la noche. Desde el Rey nos importa que cada uno de nuestros clientes y amigos se sientan bienvenidos, a gusto y como en casa”.
“Ya estamos tomando las medidas pertinentes con cada uno de los integrantes de nuestro personal para que esto, así como ningún otro hecho lamentable vuelva a repetirse. Vamos a ponernos en contacto con la familia de Lola para hacerles llegar nuestras más sinceras disculpas y ponernos a disposición. Y nos comprometemos a trabajar a diario para fortalecer nuestros valores y filosofía como restaurante”, concluyeron.
Fernandez Lugli también señala que “es desgastarte” y confiesa que “son muy pocos los que no los dejan pasar”.