Lo dijo tu mamá, te aconsejó tu amiga, te sugirió tu compañero de trabajo… pero vos, no estás de acuerdo, y sus opiniones solo confunden más y más tu interior y logran que las decisiones las tomes sobre la base de palabras ajenas y no por lo que realmente querés o necesitás.
Es momento de decir “basta”, y tomar las riendas de tu propia vida. Una cosa es tener en cuenta una opinión y considerarla dentro de nuestros pensamientos, pero otra muy distinta es necesitar estar pendiente de lo que el otro diga qué tenemos que hacer.
¿Cómo lograrlo?
-Compartí tus elecciones y tus metas, pero no te enredes con las opiniones de los otros. Muchas veces, cuando alguien no es el protagonista de la historia, puede verlas de distinto modo y no acertar en el consejo que te da, haciendo que te desvíes del camino. Podés contarle a los demás lo que estás pensando, pero tampoco des mucho lugar a que se metan, porque así, va a ser difícil que no opinen.
-Seguí tu intuición. Si bien es importante analizar las causas y consecuencias de cada decisión, no te olvides que la intuición es nuestra mejor guía. A veces, es necesario frenar la mente, y dejar que el corazón sea quien nos marque el camino…aunque nos equivoquemos o nos desviemos.
-Escribí las opciones y analizalas. Anotá las ventajas y desventajas. Luego, leé la lista completa y fijate cuál te conviene más. Vos sos el único que puede decidir sobre el camino de tu vida y, teniendo claras las opciones y consecuencias, vas a poder elegir mejor.
-Preguntate si estás actuando para complacer a los demás o por tu propia voluntad. Por más que los otros opinen, que lo que ellos digan no te influya de manera determinante. Una cosa es escuchar y otra hacer caso ¡No te
dejes manipular!
-Fijá objetivos, proponete algo y esforzate para cumplirlo. No te rindas ni bajes los brazos antes de tiempo. Para llegar, es necesario mantenerse firme en las ideas de uno mismo. A muchos esto nos cuesta, pero es necesario tomar conciencia para en verdad ser conscientes de lo que queremos.
Hacete respetar: quien te quiere bien, nunca va a obligarte a hacer o pensar algo que no deseás o que te hace mal; y, aunque al principio un “no” tuyo puede molestar o provocar una reacción negativa, si no aceptan tu decisiones, mejortenerlos lejos.
Es fundamental que escuches tu interior, tus deseos, vos sos capaz de tomar tus propias decisiones, tenete confianza, no siempre la opinión de los demás es necesaria.
Aprendé a decir “no”
Tan simple y tan difícil de pronunciar y sostener, por miedo a lastimar o decepcionar al otro. También un “no” puede provocar conflictos o situaciones desagradables. Sin embargo, es fundamental poder expresar lo que deseamos y lo que no. Es imprescindible que nos neguemos a algo que no queremos, para defendernos y satisfacer nuestras necesidades. Además, esto evita que los demás se aprovechen de nosotros y nos da fuerza y seguridad para mantener nuestras decisiones y opiniones.
Lo principal para poder decir que no, es conocer lo que nos gusta y lo que no, lo que esperamos y lo que no, así, respetándonos, vamos a poder crear relaciones sanas y verdaderas.