El arzobispo de Luján pidió perdón por la misa organizada por Moyano

El obispo Radrizzani publicó una carta en la que invitó a quienes “han sufrido” por la ceremonia y a los que la apoyaron a “caminar juntos”.

El arzobispo de Mercedes-Luján, Agustín Radrizzani, pidió ayer “perdón” a quienes “han sufrido” por la misa que celebró días atrás junto a Hugo y Pablo Moyano (Camioneros), entre otros sindicalistas y referentes de la oposición.

“Sé que algunos han sufrido por la misa del 20 octubre pasado; les pido perdón, así como otros se alegraron. Los invito a todos a caminar juntos para superar la dolorosa brecha que vivimos en nuestra sociedad”, dijo el obispo en una carta a los fieles publicada en el sitio web de la arquidiócesis, en la que pidió que la misiva se lea en las misas del fin de semana próximo.

En la carta, Radrizzani admitió que “algunos se sienten desorientados o angustiados, y me lo han comunicado”, frente a la realización de la misa en la basílica de Luján, pero aclaró que su intención fue la de “propiciar un clima de diálogo para superar las dificultades que sufren muchos argentinos”.

“El pedido para la celebración de esta misa, 40 días antes de su concreción, fue solicitado por Julián Domínguez, quien vino en representación de algunos gremios y organizaciones sociales con la finalidad de llegarse hasta el Santuario de Luján para pedir por paz, pan y trabajo en nuestra patria. Frente a ese planteo, y la finalidad que perseguía el encuentro, no creí oportuno negarme a la invitación”, explicó.

Asimismo, Radrizzani reiteró que el papa Francisco “no tuvo ninguna injerencia en esa decisión” y precisó que tampoco estuvo “en contacto con ningún gremialista para preparar la misa”.

“Nunca tuve el deseo de apoyar un partido, una ideología ni una persona. Por lo tanto, no existió intencionalidad política alguna en la celebración, y les aseguro que no he recibido ningún beneficio económico para nuestra querida iglesia arquidiocesana ni tampoco para mi persona”, aclaró.

La misa despertó críticas de quienes la consideraron un acto opositor en momentos en que los Moyano enfrentan distintas causas judiciales por supuesto lavado de dinero y corrupción.