Las cifras surgen de un relevamiento de la organización Mumalá para los primeros dos meses del año.
Un femicidio cada 31 horas. El número surge de un relevamiento realizado por la organización Mumalá (Mujeres de la Matria Latinoamericana) para los dos primeros meses de 2019. Entre el primer día de enero y el último de febrero hubo en Argentina 45 femicidios y hay otros 12 hechos que tuvieron a mujeres como víctimas que están a la espera de peritajes para determinar si se trató o no de casos de violencia de género. Desde Mumalá reiteraron el reclamo para que se declare la emergencia a nivel nacional.
Entre el 1° de enero y el 28 de febrero de 2019 en Argentina se contabilizaron 45 femicidios. De esos casos, dos fueron travesticidios y tres femicidios vinculado, esto es, cuando la víctima del crimen es una persona allegada a la mujer a la que el femicida quiere generar daño con la acción. Se trata de dos niños y una niña asesinados. Así, durante los primeros 59 días del año se contabilizó un femicidio cada 31 horas.
Según explicó a El Ciudadano Sofía Botto, coordinadora de Mumalá en Rosario y precandidata a concejala por Libres del Sur (competirá en la interna del Frente Progresista), las estadísticas elaboradas por Mumalá se realizan en base al relevamiento de los principales medios gráficos y digitales de todas las provincias del país.
Como parámetro para las estadísticas las Mumalá se basan en lo que el Código Penal interpreta como femicidio, esto es, lo que está estipulado en la última modificación del artículo 80, que incorporó en el inciso 11 la pena a prisión perpetua para el hombre que mate a una mujer mediando violencia de género.
Además hay 12 casos de mujeres víctimas de los que esperan los resultados de autopsias y otras peritajes para determinar si se suman o no a la lista de femicidios.
Los números hasta ahora son similares a los de 2018, cuando se contabilizaron 259 femicidios, lo que se tradujo en un femicidio cada 34 horas en Argentina.
“Año tras año nos encontramos con que aumentan los femicidios en los que la víctima había denunciado al victimario por violencia de género”, destacó Botto. En 2016, en el 12 por ciento de los hechos se había registrado una denuncia previa, mientras que en 2018 se trató del 22 por ciento de los casos.
Datos
De las cifras para los primeros dos meses de 2019 se despende que el 60 por ciento de los crímenes fueron cometidos por hombres que habían mantenido relaciones sentimentales con las víctimas. Es decir, de los 45 femicidios, el 35,5 por ciento de los sospechosos era la pareja de la mujer asesinada al momento del femicidio, mientras que en el 24,5 por ciento la relación ya se había terminado. En el 33 por ciento de los casos, víctima y victimario convivían.
El 40 por ciento restante de los crímenes fueron cometidos por familiares de las víctimas (15,5 por ciento del total) y conocidos (13,5 por ciento). Sólo en el 11 por ciento de los casos víctima y victimario eran desconocidos entre sí.
En el 35,5 por ciento las víctimas fue asesinada con armas de fuego. De este número se deprende otro dato: en un tercio de esos crímenes el sospechoso pertenece a las fuerzas de seguridad.
El resto fueron cometidos bajo distintas modalidades: arma blanca (20 por ciento), golpes (17,8 por ciento), quemaduras (11,1 por ciento), asfixia (6,8 por ciento), envenenamiento (2,2 por ciento), torturas (2,2 por ciento). El 64 por ciento de los femicidios tuvo lugar dentro de la casa de la víctima, el 13 por ciento en la calle y el 11 por ciento en descampados.
Emergencia
Las cifras que elabora el observatorio de Mumalá sirven de base del reclamo para que en Argentina se declare la emergencia nacional en violencia de género.
“Necesitamos medidas urgentes y efectivas para la prevención, asistencia y erradicación de las violencias contra las mujeres e identidades disidentes”, sostuvieron desde Mumalá en un comunicado que acompañó a las cifras. “Ante el preocupante silencio del gobierno de Mauricio Macri y de referentes de los organismos públicos que deben implementar y monitorear las políticas necesarias para vivir libres de violencias, creemos importante multiplicar las acciones que obliguen al Estado a dar respuestas ante la gravedad de la situación”.





