Al vino innovador se lo conoce por su color ¡azul!

El vino azul se corresponde con el deseo de sus mentores. Por supuesto no faltan ingredientes del hipsterismo.

Nació con el propósito de revolucionar el mercado ¡y vaya que lo lograron! De hecho, entre secretos y formulas curiosas, las nuevas bodegas calculan cifras millonarias por esta tendencia que comenzó en 2015. Algunas góndolas se resisten por ubicarlo junto a otros elixires del dios Baco, pero a los jóvenes creativos poco les importa.

Hace cinco años, cuando estudiaban en la universidad en el País Vasco, cinco jóvenes españoles decidieron que querían revolucionar algún sector. Y optaron por uno de los más tradicionales: el vinícola. Imanol, Íñigo, Gorka, Aritz y Taig se lanzaron a crear un vino de color azul, una de las últimas innovaciones en una industria poco dada a las extravagancias.

Después de dos años de trabajos de investigación y desarrollo en la Universidad del País Vasco, con ayuda de ingenieros químicos y de un centro exterior dedicado a innovación alimentaria, lanzaron su empresa Gik Live en 2015.

Vendieron 30.000 botellas en su primer año de actividad, y cerca de medio millón en 2017. Ahora exportan a 21 países, con Estados Unidos como primer mercado y Francia en segundo lugar.

De los cinco que eran al principio han pasado a tener doce ahora empleados. “Entendemos que para mucha gente el vino es algo con lo que no se debe jugar”, un producto “sagrado que no está ahí para cambiarlo”, cuenta el cofundador Taig Mac Carthy, mitad irlandés mitad vasco, en las oficinas de la empresa en Portugalete, junto a Bilbao.

“Sin embargo, a nosotros nos gusta cambiar las cosas y no tenemos miedo a probarlo”, añade Taig, en una oficina donde no faltan los ingredientes del “hipsterismo” propio de las “startups’: empleados tecleando frente a sus ordenadores al lado de guitarras y una batería listas para ser tocadas en un momento de inspiración.

De 25 años, López habla frente a los ondulantes viñedos de la bodega que fabrica el vino azul de la empresa -junto con vinos tradicionales- en la provincia de Zaragoza, en el noreste de España.

Pide no revelar ni el nombre de la bodega ni el del pueblo donde se encuentra, invocando la necesidad de proteger la actividad de las críticas del sector.

Prueba de su popularidad, Taig Mac Carthy dice haber encontrado en una tienda española réplicas del vino azul de Gik Live…falsificadas en China.

Entre los sectores que se han alejado están los “jóvenes, mujeres, ciudadanos más urbanos que rurales”, que tienen “menos tiempo para las comidas, con necesidad de productos más ligeros y una mayor tendencia hacia sabores un poco más dulzones”, indicó. Muchos de ellos, en definitiva, “no se han encontrado con un vino que le resulte atractivo”.

Y esa demanda, apunta, está generando productos innovadores como el vino azul, o los vinos con menos graduación alcohólica.

“Sabíamos desde el principio que Gik Blue sería un producto que polarizaría mucho las opiniones”, señala Aritz López, otro cofundador de Gik Live.