El salario mínimo, vital y móvil (SMVM), hoy ubicado en $12.500, perdió el 62% de su valor medido en dólares desde la asunción de Mauricio Macri. El dato surge de un informe de la Universidad Nacional de Avellaneda, elaborado tras la fuerte devaluación de los últimos días, que volvió a minar el poder adquisitivo de los ingresos tanto en moneda local como extranjera. El deterioro es tal que, aún antes de la corrida, en julio, el sueldo mínimo no fue suficiente para que una familia de cuatro integrantes pudiera cubrir la canasta básica alimentaria (CBA) de $12.774, es decir, para evitar caer en la indigencia.
Ayer el Indec informó que el costo de la CBA subió en julio 2,9%, mientras que la canasta básica total (CBT) trepó 2,5%. En ambos casos, crecieron por encima de la inflación general, que ese mes marcó 2,2%, antes del salto cambiario. En un año, la canastas aumentaron 57,3% y 58,6%, respectivamente. Así, una familia tipo necesitó $31.934 para no ser pobre.
La estampida de fondos del país que se aceleró después de la contundente derrota del oficialismo en las PASO impulsó un salto cambiario del 25% en lo que va de agosto. Con esta suba, el SMVM cayó a US$221, lo que implicó un desplome del 62,5% respecto de los US$589 de noviembre de 2015. Así, según la Undav, en ese lapso Argentina pasó del primero al noveno puesto del ranking regional de salarios mínimos en dólares.
Con más de un mes de demora, ayer iba a realizarse el Consejo del Salario, que reúne al Gobierno, las centrales sindicales y las cámaras empresariales para fijar el piso de ingresos de los próximos doce meses. Sin embargo, el flamante ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, decidió que se postergue para el próximo 30 de agosto. el Ejecutivo se encaminaba a ofrecer un SMVM de $16.000, lejos del reclamo gremial de equipararlo a la CBT. Aunque no se acercarán al pedido, ahora evalúan estirar algo su propuesta.
Además de pautar el sueldo mínimo para los trabajadores registrados fuera de convenio, esta decisión funciona como referencia para el sector informal e indirectamente incide en el piso salarial docente y en los planes sociales, cuyos niveles son 20% mayor y la mitad del SMVM, respectivamente.
Como siempre, la devaluación castigará con más virulencia a los sectores más vulnerables, al repercutir con particular fuerza en el precio de los alimentos. Pese a que aún no se publicaron los datos oficiales, las mediciones privadas marcan que el primer semestre terminó con un alza de la pobreza hasta el 34%. Lo que implicó que en tres años y medio más de 4 millones de argentinos cayeron en esa condición. Pero el recrudecimiento de la crisis podría elevar la cantidad de pobres a cerca del 37% de la población para diciembre, según estimaciones del analista del IET Daniel Schteingart.