Cuáles son los estudios que ayudan a predecir el riesgo cardiovascular

En la Argentina, una de cada tres personas muere a causa de alguna enfermedad cardiovascular. Y la presencia en la población de factores de riesgo como colesterol elevado, hipertensión arterial, diabetes, tabaquismo, obesidad y sedentarismo preocupa a los especialistas. ¿A qué edad conviene comenzar a chequear el corazón?

En la actualidad, una de cada tres personas que mueren en el país lo hace a causa de una enfermedad cardiovascular: infarto de miocardio, ACV y demás causas, que son prevenibles evitando los principales factores de riesgo.

Por estos se entiende aquellas condiciones o características que aumentan la posibilidad de contraer alguna enfermedad. En su desarrollo, intervienen diversos factores, no sólo genéticos sino también los relacionados con hábitos y estilos de vida no saludables.

En el caso de los factores de riesgo cardiovascular, alguno de ellos, como la edad, el género y la historia familiar no se pueden cambiar, es decir, no son modificables. Otros, como el colesterol elevado, la hipertensión arterial, la diabetes, el tabaquismo, la obesidad, el sedentarismo y el estrés, son factores de riesgo modificables, que sí pueden ser prevenidos, tratados o modificados.

Es importante destacar que mientras más factores de riesgo tenga una persona, mayor es la probabilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Por eso es fundamental que la educación para la salud apunte a evitar la adquisición de aquellas conductas que favorezcan el desarrollo de estos factores de riesgo.

Infobae habló con el médico cardiólogo Mario Boskis (MN 74002) acerca de cuál es la importancia de la detección temprana de afecciones cardiovasculares y a qué edad conviene comenzar con los chequeos.

-¿Cuáles son los estudios que ayudan a predecir el riesgo cardiovascular?

– A pesar de que hubo una mejora sustancial en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades cardiovasculares, la misma continúa siendo la primera causa de enfermedad en el mundo.

En la Argentina, una de cada tres personas mueren a causa de algún tipo de enfermedad cardiovascular, y una de cada cuatro personas muere por enfermedad de las arterias coronarias.

Por ese motivo es que los cardiólogos ponemos mucho énfasis en la prevención de esta enfermedad y en la “estratificación” del riesgo, o sea, la evaluación del riesgo de sufrir un problema cardiovascular antes que este suceda.

Para ello, es necesario evaluar en forma personalizada la presencia de los llamados “factores de riesgo”, o sea aquellas condiciones que aumentan la posibilidad de enfermar del corazón.

La presencia de colesterol elevado, hipertensión arterial, diabetes, el hábito de fumar, obesidad, sedentarismo y el estrés, incrementan en forma considerable la posibilidad de padecer enfermedad cardiovascular, generando arteriosclerosis (estrechamiento) de las arterias coronarias, responsables de irrigar el corazón, o de arterias que que irrigan el sistema nervioso central, pudiendo desencadenar un Infarto de Miocardio o un accidente cerebro vascular (ACV).

Una vez medido el riesgo, un buen examen clínico y un electrocardiograma (ECG), aportan valiosa información, que podrá ser complementada con la realización de una prueba de esfuerzo (ergometría), un ecocardiograma o un eco-estrés, con el cual se puede visualizar mediante ultrasonido las estructuras cardíacas y el estado de las arterias coronarias.

Estos estudios podrían ser complementados con una visualización de las arterias del cuello (carótidas) mediante estudio doppler.

Es necesario evaluar en forma personalizada la presencia de los llamados

Es necesario evaluar en forma personalizada la presencia de los llamados “factores de riesgo”, o sea aquellas condiciones que aumentan la posibilidad de enfermar del corazón (Shutterstock)

Cada una de estas herramientas están en el arsenal cardiológico, y es el médico de cabecera el que determinará su adecuada utilización.

– ¿A partir de qué edad conviene comenzar a chequear el corazón?

– Es importante enfatizar que desde temprana edad hay que inculcar a los niños la importancia de un estilo de vida saludable.

Al llegar a la adolescencia se aconseja hacer una determinación de los valores de colesterol, en especial si hay antecedentes familiares de colesterol elevado, ya que existe la posibilidad de que se transmita esta alteración de padres a hijos.

También es recomendable, si se encara una actividad deportiva competitiva, la consulta cardiológica, con la realización de un ECG y una ergometría.

Estos y otros estudios complementarios pueden ayudar a detectar malformaciones en el corazón (miocardiopatías, valvulopatías, cardiopatías congénitas) o trastornos del ritmo cardíaco (arritmias) que no hubieran sido diagnosticadas, ya que muchas de ellas pueden ser asintomáticas.

A partir de los 40 años en el hombre, o los 45 en la mujer, la presencia de factores de riesgo deben ser evaluadas, a fin de prevenir la enfermedad coronaria.

– ¿Cuál es la importancia de la detección temprana de afecciones cardiovasculares?

– Cuánto antes hagamos el diagnóstico de enfermedad cardiovascular, estaremos previniendo la posibilidad, por ejemplo, de un infarto de miocardio, impidiendo el daño del músculo cardíaco.

También es importante señalar que el infarto puede ser causa de una muerte súbita, ya que el paciente, durante el mismo, está expuesto a arritmias potencialmente letales.

El infarto puede ser causa de una muerte súbita, ya que el paciente, durante el mismo, está expuesto a arritmias potencialmente letales (Shutterstock)

El infarto puede ser causa de una muerte súbita, ya que el paciente, durante el mismo, está expuesto a arritmias potencialmente letales (Shutterstock)

El diagnóstico precoz también puede prevenir la muerte súbita en adolescente y adultos portadores de miocardiopatías o trastornos del ritmo genéticamente predeterminados.

La prevención es una herramienta valiosísima a fin de disminuir el flagelo de la enfermedad cardiovascular, por lo que recomiendo una serie de medidas a tener en cuenta para una mejor calidad y “cantidad de vida”.

– Mantener un estilo de vida saludable a lo largo de la vida, comenzando desde pequeño.

– Concurrir al médico, a fin de determinar si se necesita controlar la presión arterial o colesterol con medicación adecuada que demostró prolongar la vida y evitar eventos cardiovasculares.

– Consumir alimentos saludables. Incluir en la dieta vegetales, frutas, nueces, harinas integrales, pescados de alto contenido en ácidos omega. Comer menos carne roja. Evitar las grasas trans (comida rápida,fritos, galletitas, margarinas, mantecas). Reducir el consumo de hidratos de carbono.

– Realizar al menos 150 minutos de actividad física por semana de tipo aeróbica (caminata vigorosa, natación, ciclismo, jogging, etc)

– Controlar la glucemia (azúcar en sangre). La diabetes es la epidemia del siglo XXI y ataca los vasos sanguíneos, acelerando la producción de arteriosclerosis.

– Siempre, ante síntomas sospechosos de enfermedad cardiovascular (dolor de pecho, palpitaciones) consultar urgente al médico.