Si bien su presencia en la mega feria de tecnología de Las Vegas aún es marginal y tienen una “connotación extremadamente negativa”, los sextoys multiplicaron su exposición y visibilidad en esta nueva edición
Los sextoys son accesorios consumidos por millones de personas alrededor del mundo porque les brindan placer. Pero esa característica es dejada en segundo plano por muchos de sus fabricantes, quienes destacan otros beneficios de estos productos, preocupados por la connotación negativa que pesa sobre ellos.
En una recorrida por los stands en el Salón de Electrónica de gran consumo de Las Vegas (CES), se puede observar como los vibradores y las bolas chinas comparten lugar con los minivibradores con forma de helado de barquillo, exhibición que no habría conseguido la autorización de las autoridades de la ciudad el año pasado pero para la edición de 2020 lo obtuvo, pero a prueba y después de muchos rodeos.
Cabe destacar que en 2019 le fue retirado un premio a la innovación a Osé, un prototipo de juguete sexual que fue calificado de “inmoral, obsceno y profano”, pero tras la repercusión que el incidente generó, se le devolvió el reconocimiento.
“Los juguetes sexuales son dispositivos electrónicos de gran consumo, pero no son tratados como tales”, reconoció Janet Lieberman-Lu, cofundadora de Dame Products, que fabrica pequeños vibradores para el clítoris. “Son más habituales en los hogares que muchos otros productos que se encuentran en el CES”, agregó.
“Todo el mundo quiere hablar sobre sexo, pero a menudo es difícil debido al miedo al rechazo”, señaló Soumyadip Rakshit, presidente de Mystery Vibe, firma que diseña vibradores para genitales femeninos y masculinos pensados para tratar la disfunción eréctil o la recuperación del perineo y la musculatura vaginal después del parto.
Para hablar de ello, “la gente necesita un catalizador como el médico, un artículo, una celebridad, una serie…”, sostuvo.