El artefacto llegó al fin de su vida útil. El repuesto ya fue pedido y la semana que viene ya estaría en funcionamiento.
El tomógrafo que se utiliza en el hospital José María Cullen se rompió. Tras hacer casi 700 mil tomografías, el tubo se quemó y llegó al final de su vida útil. El nuevo tubo, explicó el director del nosocomio, Juan Poletti, «es repuesto muy costoso«.
Pese a los costos, aseguró que se hicieron las gestiones para que llegue el nuevo tubo con una empresa argentina, «no deberíamos esperar que se importe y eso es una buena noticia. Más tardar el martes o miércoles tendremos el nuevo tubo para realizar las tomografías«, remarcó.
Para continuar con las tomografías, desde el hospital trabajan con el SIES 107 y pusieron a disposición una ambulancia en el horario de 6 a 21 para trasladar a los pacientes de urgencia. La ambulancia tiene un médico de guardia como refuerzo para acompañar los politraumatizados o heridos.
Desde el Cullen la ambulancia los lleva hacia el hospital de Niños, si éste está ocupado, se utiliza el tomógrafo del Cemafé durante el día o del nuevo hospital Iturraspe. «Hace 48 horas estamos trabajando así, no es lo ideal pero es el sistema de salud del Ministerio», aclaró Poletti.





