Cuáles son los síntomas más comunes posvacunación contra el coronavirus

Lo científicos reiteran que son más los beneficios que los riesgos de inmunizarse contra el coronavirus. No obstante, muchas personas temen inocularse por los posibles efectos adversos de las drogas. Especialistas aclaran qué es cierto y que no.


Muchos mitos se instalaron en la Argentina respecto a la vacunación contra el COVID-19. Uno de ellos es pensar que la ingesta de paracetamol previamente a la inoculación actuará como un escudo frente los posibles efectos adversos o malestares que pueden provocar los sueros contra el SARS-CoV-2. La realidad es que no es cierto y lo afirman los propios infectólogos: “Ni el paracetamol ni ningún otro analgésico deben tomarse previamente a la vacunación, ya que no está demostrado que prevengan los síntomas que pueden aparecer luego de la aplicación de la vacuna. Se recomienda el uso de estos fármacos solo si luego de la inoculación las personas presentan síntomas secundarios como dolor muscular, fiebre, malestar general, etcétera”, le dijo a Con Bienestar Gabriel Olarte (M.N. 100.186), médico especialista en Terapia Intensiva y Medicina Crítica y experto en tratamiento del dolor del Instituto Alexander Fleming.

Algo similar sucede con los posibles síntomas postvacunas. Pese a que los científicos reiteran que son más los beneficios de vacunarse que los riesgos, muchas personas temen inmunizarse por miedo a sentirse mal tras la administración del suero. Sin embargo, las agencias regulatorias y los laboratorios informaron que los síntomas más frecuentes (9 de cada 10) suelen ser leves, moderados y esporádicos.

Luego de la aparición de algunos casos aislados de trombosis cerebrales en pacientes que habían recibido la vacuna de AstraZeneza y Johnson & Johnson (en el exterior), así como también algunas parálisis faciales periféricas en cuatro voluntarios a los que se les habían aplicado vacunas de ARNm como Pfizer y Moderna (no se aplican en la Argentina), algunas personas tienen miedo. No obstante, se trata de casos “extraños” y excepcionales.

Un estudio de farmacovigilancia de la Agencia Italiana de Medicamentos (Aifa) reportó 204 informes de efectos adversos por cada 100 mil dosis aplicadas, independientemente del tipo de vacuna que se haya administrado. Los efectos adversos más comunes -propios de las vacunas- fueron:

  • Dolor muscular, articular y de cabeza.
  • Escalofríos.
    Cansancio o fatiga.
  • Dolor en el brazo (en la zona donde fue aplicada la vacuna).
  • Náuseas.
  • Febrícula.

Con Bienestar habló al respecto con el infectólogo Antonio Montero (M.P. 8.249), que sostuvo: “Los síntomas post vacunas son efecto de la vacunación en sí misma: dolor o pequeña inflamación local (en la zona de aplicación), fatiga (más frecuente en quienes reciben la Sputnik V y dura un día aproximadamente) y febrícula. La duración de los mismos depende del síntoma. Por ejemplo, el dolor en el brazo suele perdurar algunos días, mientras que la febrícula no debería extenderse por más de 48 horas. Algunos pacientes también refieren un síndrome pseudogripal con algo de quebrantamiento y malestar general, pero la realidad es que lo más común es que los vacunados no sientan nada tras inocularse. La anafilaxia, reacción alérgica generalizada, no es tampoco algo frecuente”.

¿Cuándo aparecen los síntomas?

De acuerdo con varios estudios científicos, los posibles efectos adversos (que son leves en el 90% de los casos), suelen aparecer el mismo día de la inoculación o dentro de las 48 horas. Los especialistas consideran más frecuentes a los siguientes síntomas:

  • Fiebre: Suele aparecer después de la primera dosis de la vacuna de vectores virales y tras la segunda dosis de las vacunas de ARNm. La temperatura corporal elevada no debe durar más de dos días, advierten los especialistas. En caso contrario, se debe acudir a un médico.
  • Dolor en el brazo o en la zona de aplicación de la vacuna: De acuerdo con los científicos, es absolutamente normal que se inflame la zona. La molestia puede aparecer unas horas después de la inyección y durar algunos días. Se debe a la activación del sistema inmunológico. Para contrarrestar el dolor, se pueden aplicar paños fríos.
  • Dolor de cabeza: La cefalea persistente es común después de la vacunación y no debe preocupar. Para paliar ese síntoma, es necesario tomar un analgésico.
  • Escalofríos: Se han registrado varios casos en personas vacunadas con la AstraZeneca. Tomar un analgésico y antifebril como el paracetamol, ayudará a revertir ese cuadro esporádico.

Dos mitos sobre las vacunas contra el coronavirus

  • Dan efectos secundarios graves

No es cierto. Todos los medicamentos tienen efectos secundarios, pero sus beneficios son muy superiores a los riesgos que se asumen. Desde el comienzo de la vacunación, los fallecimientos en residencias de adultos mayores se redujeron drásticamente. Las vacunas son las terapias más seguras y sus posibles riesgos son poco probables. En la Argentina, la vigilancia de los efectos adversos registró que en el 98% de los casos fueron leves. Los expertos aseguran que, si ante una primera dosis no hubo reacción, el riesgo de sufrir algún tipo de efecto secundario con la segunda dosis es mínimo.

  • Las vacunas que se aplican en la Argentina no son seguras

Las vacunas contra el coronavirus disponibles en el país y autorizadas por la ANMAT y el ministerio de Salud -como la Sputnik V, la de AstraZeneca/Oxford y la Sinopharm-, son seguras y eficaces contra el coronavirus. El recorrido de una nueva vacuna desde el laboratorio hasta ser aplicada en la población por lo general suele ser prolongado, pero en esta pandemia, la inversión de miles de millones y el esfuerzo de la comunidad científica no tiene precedentes. Todas las fases se respetan, pero ante esta emergencia se aceleran. Participan investigadores, laboratorios farmacéuticos, profesionales médicos y los entes reguladores de cada país. A escala mundial, la Organización Mundial de la Salud (OMS) coordina distintos organismos técnicos independientes que examinan la seguridad de las vacunas antes e incluso después de su distribución.

 

Fuente: TN/Con Bienestar