Afectado por la ELA, el senador nacional por la provincia de Buenos Aires decidió dejar su cargo luego de la sesión preparatoria del próximo jueves.
El senador nacional del PRO Esteban Bullrich presentará en los próximos días su renuncia a la banca que ocupa desde 2017, afectado por la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), y se lo comunicó a sus pares a través de una carta.
Bullrich informó en abril pasado que había sido diagnosticado con esa enfermedad, tras recibir varias consultas sobre su dificultad para hablar, aunque continuó ejerciendo su cargo en la Cámara alta tanto en el recinto como en las comisiones.
Sin embargo, este martes envió un mensaje a los senadores del interbloque Juntos por el Cambio para comunicarles su decisión de renunciar a la Cámara alta luego de la sesión preparatoria del próximo jueves, en la que jurarán los legisladores electos.
“Quisiera no tener que escribirte este mensaje pero la realidad me dice que tengo que renunciar a mí banca de senador. Para dedicarme a mi familia y la ELA, la mía y la de todos los que la sufren“, señaló el senador nacional por la provincia de Buenos Aires en su mensaje.
Bullrich subrayó el nivel de exigencia que habrá en el trabajo parlamentario a partir del 10 de diciembre, cuando el oficialismo dejará de tener mayoría propia en la Cámara alta mientras que la oposición aumentará su presencia, lo que derivará en discusiones y negociaciones más complejas.
“El Senado que viene no puede depender de que yo tenga un buen día. Va a ser muy finito”, sostuvo el dirigente del PRO, al tiempo que remarcó que dejará la Cámara alta pero “no la política y mucho menos el sueño de dejarle un mejor país” a sus hijos.
Bullrich asumió como senador nacional en 2017, durante el gobierno del ex presidente Mauricio Macri, luego de que su lista se impusiera en las elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires sobre la de Unidad Ciudadana que encabezaba la actual vicepresidenta Cristina Kirchner.
Una vez que se apruebe su renuncia a la banca, el lugar de Bullrich será ocupado por su suplente José María Torello, ex jefe de asesores del gobierno de Macri, quien tendrá que completar su mandato hasta 2023.
En abril pasado, al informar públicamente su diagnóstico, el senador expresó: “Como católico, creo que Dios nunca nos pone pruebas que no podamos superar. Él hace nuevas todas las cosas, confío en él”.
“Es una enfermedad más frecuente de lo que se cree, pero sigue siendo difícil de diagnosticar. Hay mucho para hacer y me comprometo a hacer mi aporte. Esta enfermedad no me define. Vivo una vida feliz y maravillosa y este desafío me pone frente a la necesidad de hacer más cosas y de hacerlas mejor”, había manifestado Bullrich en aquella oportunidad.