Las nuevas tarifas comenzaron a aplicarse este miércoles. Debido a los inconvenientes en el sistema informático de la Tarjeta Sube se habría impedido que las nuevas tarifas entraran en vigencia ayer.
Desde este miércoles comenzaron a aplicarse las nuevas tarifas del transporte público de pasajeros en la ciudad de Santa Fe. Ayer, según reveló el propio intendente Emilio Jatón a Radio EME, se cayó el sistema de la Sube y eso demoró la aplicación de las nuevos costos en el boleto.
Según lo que había autorizado la municipalidad el pasado 9 de junio, el boleto común pasará de costar $59,35 a $69,50; el boleto centro costará $54; el escolar $30,90; el de jubilados $38,60; el estudiantil para el nivel terciario o universitario $46,35 y $15,45 para los seguros.
Este sería el segundo aumento que se produce en el año, el anterior había sido en el mes de febrero cuando la tarifa plana pasó de $42,35 a $59,35, con lo que el incremento de la tarifa en los primeros seis meses del año alcanza el 64%. A pesar de ello, los empresarios sostienen que el valor del boleto está por debajo de los costos y reclaman una actualización y distribución más federal de los subsidios nacionales para hacer rentable la actividad.
Además del aumento que se aplica en la ciudad de Santa Fe desde este miércoles, tal como sucede y con valores idénticos desde hace un par de semanas en las ciudades Rosario y Córdoba, también la del martes será una jornada clave debido a que vence el plazo para que los cheferes cobren una suma no remunerativa de $15.000, acordada con el sector empresario para destrabar el último conflicto salarial.
En tanto, las empresas del transporte urbano aguardan el pago de los subsidios correspondientes a Junio para hacer frente al medio aguinaldo y el salario de este mes, algo que ya advirtieron no será posible si no aumentan los montos asignados por el gobierno nacional, lo que puede desencadenar en un nuevo conflicto.
Así las cosas el transporte urbano de pasajeros, al igual que el de media distancia, sigue estando en la agenda informativa, no sólo por el aumento del boleto, sino por la dificultad que manifiestan los responsables de las empresas para cubrir los gastos operativos, que se incrementaron últimamente impulsados por el fuerte aumento del gasoil y la política salarial, que actualizó los sueldos de los choferes.
Ahora es necesario aguardar las definiciones nacionales y conocer si los 38.000 millones de pesos asignados a subsidios para ser distribuidos en todo el país a través de la última resolución, son para todo el año o para el segundo semestre.
Finalmente para sumar a la larga lista de reclamos en relación al servicio del transporte urbano, desde la Unión de kiosqueros de la República Argentina (UKRA), plantearon la necesidad de recibir un mayor margen de ganancias por la carga de la tarjeta Sube. Si no logran que su reclamo sea atendido, plantean una medida de fuerza, que implicaría que por 72 horas no se cargarían las tarjetas para pagar el boleto, por lo que mucha gente quedaría imposibilitada de viajar en las grandes ciudades donde el servicio funciona con ese sistema prepago.
