El cambio climático pone en peligro el poder tomar una cerveza: la cebada y el lúpulo podrían desaparecer

El lúpulo y la cebada con la que se hacen la cerveza están en peligro por el cambio climático, ¿diremos adiós a esta bebida?

El cambio climático y el efecto invernadero están poniendo contra las cuerdas nuestra forma de vida. Y no solo eso, también muchas cosas que nos rodean desde tiempos inmemoriales podrían estar en peligro si no hacemos nada para remediar la situación. Una de las cosas que podría desaparecer para siempre podría ser la cerveza, pues el lúpulo y la cebada están en peligro.

En lo que se refiere a cervezas se han hecho de todos los tipos, incluso con agua reciclada. También hay diferentes tipos como son la 0,0 y la sin alcohol, que no son lo mismo y tienen diferencias. A día de hoy incluso Tesla ha lanzado su propia marca de esta bebida.

El lúpulo y la cebada podrían desaparecer por el cambio climático

En un reciente artículo publicado por Muy Interesante se han hecho eco de cómo el cambio climático afecta a distintas plantas de forma directa y perjudicial. El aumento de las temperaturas y en general las alteraciones en el clima han hecho que la flora, y también la fauna, se vean arrastradas hacia un incierto futuro.

Debido a esto, productos como la cerveza, pero también otros de origen animal como la miel, podrían estar en serio peligro. En lo que tiene que ver con la cerveza encontramos que la cebada y el lúpulo, las dos plantas con las que se realiza esta bebida que para muchas personas es una exquisitez podrían desaparecer de nuestra dieta.

Cada una de las plantas que sirven para hacer la cerveza padece un peligro distinto. Si empezamos por el lúpulo, el problema que tiene es que debido al aumento de las temperaturas la planta madura antes de tiempo. Concretamente 20 días antes que hace que la calidad del producto sea más baja.

En el mundo el mayor producto de lúpulo se encuentra en Estados Unidos y Alemania, los cuales producen casi 50.000 toneladas anuales. España se encuentra entre los diez primeros de la lista. El problema es que, al madurar antes, los afaácidos que dan amargor y aroma a la bebida han caído en un 0,6 %. Un porcentaje que podría poner en peligro la calidad de la cerveza.

Respecto a la cebada, de la que España es el sexto producto del mundo después de Rusia, Australia, Francia, Alemania y Ucrania, se producen 10 millones de toneladas anuales. Lo que pasa es que de nuevo el aumento de las temperaturas que se traducen en sequías más graves han hecho que las plantas produzcan menos o que las cosechas se echen a perder.

Más allá de estos dos graves asuntos, y como señala Muy Interesante, el cambio climático también afectará a los bolsillos de los agricultores, que deberán realizar una inversión mayor para mantener saludables sus cultivos con la respectiva pérdida de poder adquisitivo y de liquidez.

Por delante tenemos un gran reto y es el de hacer retroceder los efectos del cambio climático. No ya por la cerveza, sino por todos nosotros. Si no lo hacemos, cosas que han formado parte de nosotros desaparecerán para siempre, entre ellas la cerveza rubia y negra.

 

Fuente: Urban Tecno-Mundo Deportivo