Son muchos los artistas que adoptan otro nombre con el que finalmente acaban siendo conocidos a nivel mundial como por ejemplo Marilyn Monroe, Vin Diesel o Charlie Sheen. Y Emma Stone no es la excepción a la regla.
Antes de entrar en la industria cinematográfica, la intérprete era conocida como Emily Jean Stone. Una vez que ingresó se cambió la identidad a Emma Stone. Lejos de hacerlo por querer buscar un nombre más exclusivo o que suene mejor, lo hizo por una norma de SAG-AFTRA, el sindicato de actores de Hollywood.
¿La razón? Para ingresar no se puede tener el mismo nombre que el de un miembro ya existente. “Mi nombre fue tomado por otra intérprete, ya había una Emily Stone en la profesión”, contó en una entrevista para The Hollywood Reporter.
Si bien al inicio no tuvo problema con ello, reconoció que con el pasar de los años esta decisión le hizo tener una crisis de identidad porque quería ser conocida con su verdadero nombre. “Hace un par de años me asusté. Me volví loca y pensé: ‘Ya no puedo seguir así’. Así que empecé a pedirle a mis compañeros que me llamaran Em”, confesó. Y explicó que cuando conoce a un compañero, se presenta directamente como Emily.
En una búsqueda por intentar empezar a ser llamada por su verdadero nombre en la industria, ahora también quiere que el público la reconozca como tal: “Sería genial. Me gustaría ser Emily”.
¿Por qué eligió Emma como su nombre artístico?
Cuando la intérprete tuvo que elegir su nueva identidad por obligación, no tardó en elegir porque ya tenía claro qué nombre quería: Emma, por Emma Bunton de las Spice Girls, uno de los grupos musicales preferidos de su infancia.
“Cuando era niña, era súper rubia y mi verdadero nombre es Emily, pero quería que me llamaran Emma por Baby Spice y adivina qué. Ahora lo soy”, había contado en 2018 en el programa de Jimmy Fallon, The Tonight Show.