En una entrevista con el medio Perfil, el expresidente Alberto Fernández negó haber ejercido violencia de género contra su expareja, Fabiola Yáñez, quien lo denunció penalmente por presuntos episodios de agresión física durante su embarazo. “En mi vida hice algo parecido a eso. Pasé de ser un tibio a un agresor sin saber cómo ocurrió”, afirmó el exmandatario.
Fernández insistió en que nunca golpeó a Yáñez y que su relación estuvo marcada por problemas personales y de salud de la exprimera dama. “Ella tiene un problema de alcoholismo con diferentes etapas, y en una de ellas se pone violenta”, sostuvo. Además, aseguró que las marcas que se ven en las fotos presentadas en la causa podrían deberse a caídas producto de su estado.
El exjefe de Estado también apuntó contra el contexto mediático y consideró que la denuncia es parte de una campaña en su contra. “No hay amigas ni familiares que hayan escuchado antes estas acusaciones, ni un médico que haya registrado una consulta por violencia”, sostuvo.
Sobre su relación con Yáñez
Fernández relató que su convivencia con la ex primera dama en la Quinta de Olivos tuvo “dificultades” y que el escándalo por la foto del cumpleaños de Yáñez en plena cuarentena marcó un quiebre en la relación. También reveló que Yáñez se sometió a tratamientos psicológicos y que él se mantuvo al margen del proceso.
Asimismo, el expresidente afirmó que la periodista había tenido dificultades para asumir la maternidad antes de conocerlo y que en su relación con él se practicó “al menos dos abortos” sin consultarle previamente.
Polémica por el video con Tamara Pettinato
Al ser consultado por el video en el que se lo ve con la periodista Tamara Pettinato en su despacho presidencial, mientras ella bebía cerveza y él le pedía palabras de amor, Fernández negó cualquier irregularidad. Explicó que se trató de una conversación entre amigos y que la grabación se hizo en un contexto informal antes de una entrevista.
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Su defensa en la causa de los Seguros
Sobre la causa de los Seguros, en la que se lo investiga por presuntas irregularidades en contrataciones durante su gobierno, Fernández argumentó que la medida que impulsó estaba en línea con decisiones históricas del Estado. Negó cualquier vínculo comercial con brokers involucrados y acusó al gobierno de Javier Milei de querer “ensuciar” su gestión con denuncias de corrupción.
Finalmente, el expresidente se mostró preocupado por la situación que atraviesa y por el impacto que la denuncia pueda tener en su hijo, Francisco. “La quise mucho a Fabiola, y me duele todo esto”, concluyó.
