La Justicia de Rosario condenó a un hombre de 33 años por contratar a un sicario con el objetivo de asesinar a su ex pareja. El fallo fue dictado por los jueces Mariano Aliau, Paula Álvarez y Alejandro Negroni, quienes hallaron culpable a Noel González por los delitos de amenazas coactivas agravadas por el uso de arma de fuego, lesiones leves y privación ilegítima de la libertad.
El hecho tuvo su punto más grave en octubre de 2021, cuando la víctima fue atacada en plena vía pública por Gerardo Fernández, quien le disparó tres veces en el abdomen en nombre de González. Milagrosamente, la mujer sobrevivió. Por este hecho, Fernández fue condenado a 17 años de prisión por tentativa de homicidio mediando promesa de pago, en contexto de violencia de género y agravado por el uso de arma de fuego.
El intento de femicidio fue el desenlace de una serie de hechos violentos que comenzaron en julio de 2020, cuando González irrumpió en el lugar de trabajo de la mujer armado, la obligó a subir a una camioneta y la mantuvo secuestrada durante un fin de semana. La víctima logró escapar y pedir ayuda.
En los meses siguientes, el condenado continuó acosándola: le envió fotos íntimas en diciembre de ese año con el fin de intimidarla, la golpeó en enero de 2021 y volvió a amenazarla en febrero, esta vez en el gimnasio al que concurría.
El intento de asesinato perpetrado por el sicario representó el punto más extremo de esa escalada de violencia. De acuerdo con la fiscal Marisol Fabbro, González le pagó 400 mil pesos a Fernández para concretar el crimen. “Como el primer intento falló, le ofreció más dinero para que lo intentara nuevamente. Trabajamos a contrarreloj porque la víctima estaba en serio riesgo de muerte”, explicó.
El 25 de febrero de 2022, González fue finalmente detenido. Las pericias a los teléfonos celulares permitieron probar su vínculo con el sicario y reconstruir los detalles de la contratación.
La sentencia marca un fallo clave contra la violencia por razones de género, en un caso donde se logró evitar un femicidio a pesar de la brutalidad del ataque.
