La Selección Argentina volvió a ratificar su jerarquía y venció 1-0 a Chile en Santiago, en el marco de la decimoquinta fecha de las Eliminatorias Sudamericanas. El tanto de Julián Álvarez, una joya colectiva, definió un partido intenso y dejó al conjunto trasandino prácticamente sin chances de llegar al Mundial.
Desde el arranque, la Albiceleste tomó el control del juego. La tenencia del balón fue clara y, pese a un arranque con sobresaltos –incluido un mano a mano de Alexis Sánchez que Emiliano “Dibu” Martínez salvó de forma espectacular–, el equipo nacional se mostró ordenado y paciente.
El gol llegó tras una jugada de manual. Desde el fondo y sin apuros, Argentina armó una salida limpia que terminó con un pase filtrado de Thiago Almada y una definición excelsa de Álvarez. Una pintura que resume la filosofía de Scaloni.
En el complemento, la historia cambió. Chile ajustó piezas, subió líneas y empezó a preocupar. Messi ingresó a los 10 minutos por un Nico Paz de buen debut, y el equipo intentó recuperar el control. Dibu volvió a ser clave con intervenciones que evitaron el empate, mientras que Cepeda, la figura local, estrelló un zurdazo en el travesaño.
Argentina también tuvo chances para liquidarlo: primero con Simeone, que desperdició un rebote servido por Messi, y más tarde con algunas apariciones individuales que no lograron definir el resultado.
En los minutos finales, Chile apretó con más empuje que claridad, pero no encontró el gol. La derrota lo deja con un pie y medio fuera del Mundial, mientras que Argentina reafirma su liderazgo con un juego de alto vuelo.
La Scaloneta sigue firme. Gana, gusta y deja rivales en el camino.





