La incertidumbre sobre el futuro del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) crece entre organizaciones del agro familiar. En diálogo con el móvil de EME, Virginia Liponezky, representante de la organización “La Verdecita”, expresó su profunda preocupación por la situación de emergencia que atraviesa el organismo y las posibles consecuencias si avanza la reforma impulsada por el Gobierno nacional en el marco de la Ley Bases.
“Estamos muy preocupados porque sabemos que está la idea del Gobierno Nacional de impulsar una Ley Bases que afecta directamente la gobernanza del INTA. Esta institución es fundamental para el desarrollo científico y agropecuario de Santa Fe, y para la soberanía alimentaria del país”, advirtió.

Liponezky explicó que uno de los puntos más alarmantes es la pérdida de autonomía técnica del organismo: “Si el INTA pierde su gobernanza, ya no podrá gestionar con criterios técnicos y específicos, sino que quedará sujeto a los intereses de los gobiernos de turno, sin el conocimiento necesario sobre las producciones agropecuarias, apícolas, pesqueras u hortícolas”.
Además, denunció el riesgo de que se privaticen grandes extensiones de tierras donde actualmente funcionan centros experimentales clave. “Son lugares en los que se mejoran semillas, se desarrollan cadenas productivas y se promueve el arraigo rural. Si se privatizan, se pierde todo ese conocimiento acumulado”, alertó.
Desde “La Verdecita” destacaron también el rol histórico del INTA en el acompañamiento a los pequeños productores. “Con programas como ProHuerta nos dieron semillas, formación en técnicas de siembra y cosecha, incluso herramientas para elaborar repelentes naturales sin químicos sintéticos. Nos ayudaron a ser más autónomos”, detalló.
Por último, Liponezky fue contundente: “El INTA no es un gasto. Es inversión en el presente y en el futuro. Es productividad, innovación, arraigo rural y acceso a alimentos sanos. Desmantelarlo sería un retroceso para toda la población”.





