Una misión técnica del Fondo Monetario Internacional arribará a Buenos Aires en los primeros días de julio para revisar el avance del acuerdo firmado con el Gobierno en abril por US$20.000 millones. La visita estaba inicialmente prevista para mediados de junio, pero fue reprogramada, lo que otorga al Ejecutivo más margen para alcanzar las metas pactadas.
Uno de los puntos clave a analizar es la acumulación de Reservas Internacionales Netas (RIN), que deberían pasar de los US$ -4.900 millones registrados a fines de marzo a US$ -500 millones. Esto implica que el país necesita reunir cerca de US$4.000 millones para cumplir con ese objetivo.
La postergación representa un alivio temporal para el Banco Central, que en las últimas semanas evitó intervenir en el mercado cambiario para no presionar el tipo de cambio al alza, en línea con la política de contener la inflación. Bajo el esquema actual de bandas móviles, el BCRA solo intervendría si el dólar perfora el piso de los $1.000, algo que aún no ha ocurrido.
Actualmente, las reservas brutas rondan los US$ 37.800 millones, una baja de US$ 1.500 millones respecto de fines de abril, debido en parte a pagos de deuda y la falta de compras de divisas en el mercado.
Mientras tanto, el Gobierno explora alternativas para sumar dólares. Una de ellas fue destacada por la consultora Econoviews: la emisión de un bono en pesos para inversores extranjeros, suscripto en dólares. “Le permite al Tesoro sumar divisas frescas sin afectar el mercado cambiario, aunque los pagos se harán en pesos”, explicaron.
La revisión de julio será clave para definir los próximos desembolsos del FMI y para evaluar si el Ejecutivo puede sostener su estrategia cambiaria sin desalinearse del acuerdo técnico.





