Luego del violento temporal que azotó a la ciudad de Vera entre la noche del lunes y la madrugada del martes, la situación comienza lentamente a estabilizarse. En menos de seis horas se registraron 420 milímetros de lluvia, provocando el colapso del sistema pluvial y dejando como saldo graves anegamientos en todos los barrios de la ciudad del norte santafesino.
“Fue una crisis y una catástrofe climática de gran tamaño e inédita. Algo que, según los especialistas, puede suceder cada mil años. Lo que vivimos salió de todos los registros conocidos”, expresó la intendenta Paula Mitre en declaraciones a EME, al referirse al impacto del fenómeno y a las consecuencias que aún se hacen sentir.
Actualmente, el municipio lleva adelante tareas de limpieza, asistencia a las familias damnificadas y reparación de la infraestructura urbana. “Estamos trabajando para devolverle la normalidad a la ciudad”, afirmó Mitre, quien también remarcó que Vera atraviesa una “fase post emergencia”, centrada en la recuperación.
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Además, subrayó el enfoque social de la respuesta municipal: “Estamos haciendo foco en la contención social en Vera. Hay muchas familias que perdieron todo, y estamos presentes con ayuda directa, relevamientos permanentes y coordinación con la provincia”.
Desde el municipio informaron que seguirán trabajando en obras de drenaje, limpieza de canales y asistencia directa, mientras se evalúan daños y se planifican soluciones de fondo para prevenir nuevas emergencias de esta magnitud.






