En el marco del decimoquinto domingo del año litúrgico, el Padre Tadeo Giza, representante de la Congregación del Verbo Divino en la ciudad de Esperanza, ofreció una nueva reflexión dominical a través de EME. Con un mensaje breve pero profundo, el sacerdote abordó la pregunta clave del Evangelio de hoy: “¿Quién es mi prójimo?”, inspirándose en la conocida parábola del buen samaritano.
“Debemos actuar como el buen samaritano”, expresó el Padre Tadeo. “En la actualidad, hay muchas personas heridas y casi muertas. Son los excluidos, los que no cuentan para el sistema, los que se mueren de hambre. Hoy toman mil rostros en la sociedad. Si hay víctimas, es porque hay victimarios”.
Además, cuestionó la indiferencia frente al dolor ajeno: “También está la indiferencia del no actuar. Son los que no se comprometen, los que miran hacia un costado”, afirmó con firmeza. En ese sentido, destacó que la parábola no es un relato del pasado, sino una página viva del presente: “Muchas personas se conforman con orar y cumplir con las prácticas sacramentales, pero el sacramento de Dios, el hombre mismo, permanece herido y medio muerto a mitad del camino en nuestra sociedad”.
El llamado final de su reflexión interpela directamente a cada oyente: “No podemos estar tranquilos. En definitiva, lo importante es responder a esta pregunta: ¿Qué actitud tomo con las personas que se cruzan en mi camino?”
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¿Quiénes son los Misioneros del Verbo Divino?
La Congregación de los Misioneros del Verbo Divino —también conocidos como verbitas— fue fundada en 1875 por San Arnoldo Janssen en Steyl, Holanda, con el objetivo de fomentar la participación misionera de los católicos de habla alemana y formar a futuros evangelizadores.
Hoy, más de 6.000 misioneros verbitas trabajan en 80 países distribuidos en los cinco continentes. En Argentina están presentes desde 1889, y desarrollan su labor en distintas regiones del país: en el Este (Misiones y Chaco), en el Norte (Jujuy) y en el Sur (Buenos Aires, Santa Fe, Mendoza, Entre Ríos, Córdoba y Neuquén), incluyendo la ciudad de Esperanza, donde reside el Padre Tadeo Giza.
