Pasaron catorce días desde la madrugada en que la vida de Estela González cambió drásticamente. El suboficial de policía César Muga le disparó cuatro veces con su arma reglamentaria en su vivienda del barrio Nueva Esperanza, en el norte de la ciudad de Santa Fe, y luego se atrincheró dentro del domicilio.
Desde entonces, González se encuentra internada en la Unidad de Cuidados Críticos del hospital Iturraspe. Según fuentes médicas, continúa con asistencia respiratoria mecánica y bajo tratamiento antibiótico por complicaciones infecciosas en la zona abdominal. El pronóstico sigue siendo reservado. La víctima ya fue sometida a dos intervenciones quirúrgicas: la primera el mismo día del ataque y la segunda posteriormente para cerrar su abdomen.
La tragedia ocurrió alrededor de las 6:45 del viernes 1 de agosto, cuando un llamado al 911 alertó sobre gritos y disturbios en la vivienda de calle Europa al 8700. La hija de 16 años de González también estuvo presente y sufrió un golpe en la cabeza producto de una caída durante el caos.
Tras el ataque, vecinos trasladaron a la mujer de urgencia al hospital, donde fue operada de inmediato. A pesar de algunas señales iniciales de mejora, su estado sigue siendo delicado y los médicos mantienen un seguimiento estricto de su evolución.
Mientras tanto, la causa judicial continúa su curso, investigando los hechos que derivaron en el ataque y la posterior situación de Muga, quien permanece bajo custodia. La prioridad sigue siendo la recuperación de González, que libra una lucha diaria por su vida.
