Acindar volvió a detener su producción en Villa Constitución desde este viernes, esta vez en el área de laminados. La medida, tomada en acuerdo con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), afecta a más de 200 trabajadores, según estimaciones gremiales. La empresa evitó dar cifras oficiales, aunque reconoció que podrían repetirse nuevas paradas de planta hacia fin de año.
En diálogo con EME, Pablo González, secretario general de la UOM local, describió un panorama crítico: “Ya venimos con esto desde diciembre de 2023. Día a día se va cayendo estrepitosamente la producción”.
El referente gremial detalló la magnitud de la caída: “De producir 1,2 millones de toneladas de acero en 2023, bajamos a 700.000 en 2024 y en 2025 vamos a estar apenas arriba de las 500.000. Acindar, una de las empresas ligadas a la obra pública y la construcción, no logra compensar la caída con ventas regionales a países limítrofes”.
Según González, los factores que explican la crisis son múltiples: “La construcción se desplomó, el automotor no tracciona y el agro tampoco sostiene la demanda. A eso se suma la entrada indiscriminada de acero importado, sobre todo desde China, que nos deja en clara desventaja”.
El impacto laboral preocupa a todo el cordón industrial. “Hoy tenemos 950 trabajadores propios y otros 970 contratistas dentro de la planta. Y también hay más de mil compañeros de talleres metalúrgicos que dependen de Acindar. Cada decisión de la empresa repercute en toda la cadena productiva de la región”, remarcó.
La empresa, por su parte, justificó la medida en “la adecuación de las necesidades operativas” y dejó abierta la posibilidad de nuevas suspensiones. Desde la UOM insistieron en que el Gobierno debe intervenir: “No podemos naturalizar esta crisis. Acá no está en juego solo una empresa: está en riesgo el sustento de miles de familias de Villa Constitución y la región”, concluyó González.
