El pasado viernes el propietario de los laboratorios HLB Pharma Group SA y Laboratorios Ramallo que está bajo investigación por la muerte de 96 pacientes a quienes se le aplicó el fármaco producido y comercializado por esas firmas farmacéuticas, declaró ante la Justicia.
En lamisma línea que lo había hecho antes de su detención en varios medios de comunicacióna los que concedió entrevista, el empresario intentó deslindar responsabilidades y adjudicó lo sucedido a una conspiración en la que involucra a la competencia farmacéutica, funcionarios políticos y empleados infieles.
En su declaración ante el juez federal de La Plata Ernesto Kreplakn, García Furfaro aseguró que los directores técnicos de sus empresas son gente “espectacular”, “profesionales capacitados” y su maquinaria para la fabricación de medicamentos es la “mejor del país”.
Sostuvo el argumento de la teoría conspirativa y un sabotaje y hasta se animó a dar nombres: “En este país te pueden inventar, hacer, la Klebsiella si está, alguien la puso. Es imposible que esté adentro del laboratorio. Alguien la puso. Averigüé, si alguien estornuda te puede contaminar 10 ampollas multirresistentes, no la común. No tengo dudas de que está Andrés Quinteros atrás. Jamás tuve doble apellido. Todas cosas que eran de él. Yo me llamo García de apellido, no García Furfaro. Furfaro es el apellido de mi mamá. Quinteros estaba obsesionado con el fentanilo. Había otros productos peligrosos, pero no le importaba.
Quinteros es un exconcejal del peronismo bonaerense, con nexos políticos con el kirchnerismo. Era su hombre de máxima confianza. Pero terminaron enfrentados. De hecho, el ex empleado y exapoderado de los laboratorios para adquirir algunos productos, lo denunció por amenaza contra su vida.
En la declaración esplica ese episodio de la siguiente manera: “En octubre me doy cuenta porque Quinteros se quiere robar 30 ampollas de morfina. Medio plantel en Ramallo lo puso él porque es de San Nicolás. Se quiso robar 30 ampollas de morfina, se las pidió a Héctor Vázquez. Lo voy a ver y le dije: ¿Sabés que eso sale con un vale? Lo voy a ver a San Nicolás, me cita en una estación de servicio, se me escapa. Voy a la casa, me ve por las filmaciones y me denuncia por amenazas. Después de eso, me aparecen tres exempleados de Ramallo que me dicen que Andrés (Quinteros) nos está buscando, que nos va a hacer una maldad. Lo tienen grabado, habla de medicamento contaminado. “El tipo te quiere ver preso”, me dicen. Estas personas son Florencia Rivarola, Nancy Osorio y Ángel –sin más datos–, todos empleados de Ramallo. Hicimos una declaración en San Nicolás. Se excusaron cinco fiscales. El tipo está obsesionado, me quiere hacer quedar como narco.
Más adelante el dueño de los laboratorios que elaboró y comercializó el fentanilo contaminado dejó constancia de que tenía miedo de que le tire ampollas (de fentanilo) por algún lado.
Relató con detalles y referencias concretas a una serie de encuentros que mantuvo con gente enviada por Quinteros, o que le advertía que su exempleado le iba a hacer un atentado con el fentanilo.
También contó que en 2023 tuvo un problema con una habilitación en HLB Pharma ubicada en San Isidro: “La gestora recibe un papel trucho. La gestora me dio las conversaciones. Por esa habilitación me allanaron. Yo les dije quién la presentó. Quinteros mandó el papel trucho, la gestora lo presentó. Por qué hizo eso, por la morfina”.
En un momento, frente al Juea, García Furfaro afirmó: “Estoy seguro de que el que empezó a hablar de muerte por fentanilo desde el día uno fue Quinteros”.
Sobre el final de su declaración el imputado dijo: “En principio soy el más interesado en que se sepa qué pasó por los familiares y las víctimas. Yo soy una persona que trabajó desde antes de los 18 años. A los 18 años empecé con verdulerías, después restaurantes. Hago comercio, es lo que supe hacer toda mi vida. A los 20 años estuve imputado por defender a mi hermano de algo malo que le habían hecho. Por eso estuve detenido. Tuve empresas grandes de comida, de distintos rubros. Hasta que en 2013 compré el laboratorio Apolo en Rosario a Jorge Salinas”.
Vale recordar que el Laboratorio Apolo de Rosario, explotó en un hecho que aún no está totalmente claro, en Junio de 2016.





