La Justicia Federal dio un paso crucial en el caso de un presunto abuso policial ocurrido en marzo de 2024, cuando dos cabos de la Gendarmería Nacional dispararon contra un motociclista en un episodio de «gatillo fácil» en inmediaciones de San Justo, sobre la Ruta Nacional 11. El fiscal federal Gustavo Onel solicitó la elevación a juicio de la causa, al considerar concluida la investigación, y acusó a los gendarmes Walter Mejía Ruiz y Reinaldo Martínez de lesiones graves agravadas por el uso de arma de fuego, en grado de tentativa, y violación de los deberes de funcionario público.
De acuerdo con el expediente judicial,el hecho ocurrió en la madrugada del 23 de marzo de 2024. Un grupo de jóvenes se encontraba en un campo de la zona rural de San Justo. Después de pasar la medianoche, salieron en motocicletas por caminos de tierra y accedieron a la ruta, pero al advertir un control de las fuerzas de seguridad, decidieron regresar al campo.
Según el relato de la víctima, los agentes les pidieron sus datos y ordenaron que retiraran las motocicletas. Sin embargo, cuando el joven comenzó a alejarse en su moto, Walter Mejía Ruiz y Reinaldo Martínez le dispararon al menos tres veces. Uno de los proyectiles impactó en su brazo derecho, causándole una lesión permanente que afectó su capacidad de movimiento.
El fiscal Onel consideró que los gendarmes actuaron de forma desproporcionada y sin justificación alguna para recurrir al uso de armas de fuego, lo que elevó el caso a juicio. La acusación en su contra incluye el cargo de lesiones graves agravadas, ya que el impacto de la bala causó un daño irreversible en la víctima.





