César Muga escuchó ayer vía zoom la prisión preventiva sin plazos que dispuso el juez del caso Sebastián Szeifert, quien además ordenó la conformación urgente de una Junta de Salud Mental para evaluar el estado psíquico al momento de balear gravemente a su esposa y resistir a los tiros el intento de que se entregue, en su casa del barrio Nueva Esperanza de Santa Fe.
Fue el 1 de agosto pasado cuando Muga disparó dos veces contra la mujer, que hoy aún pelea entre la vida y la muerte en la terapia intensiva del Hospital Iturraspe.
Fueron estremecedores los relatos que ayer proporcionaron ante el juez la hija y una vecina de la vivienda, quienes explicaron las reiteradas oportunidades en que Muga ejerció violencia contra su entorno familiar.
Una de las hijas relató cómo durante años se encargó de llamar al 911 cada vez que las situaciones violentas escalaban en su casa, y que si bien la policía intervenía, luego todo seguía igual.
También relató como en el año 2011 Muga encerró a sus hermanitos y a su madre en una dependencia de la casa y abrió una garrafa.
Confirmó que llamó en muchas oportunidades al 911 con denuncias precisas de actos de violencia de su padre, lo que fueron atemperados por los agentes policiales que tras calmarse la situación se retiraban del hogar.
También denunció que en reiteradas oportunidades Muga amenazó con suicidarse apoyándose su arma reglamentaria en la cabeza.
Ya una vecina había relatado al móvil de Radio Eme presente en el barrio, que Muga mató de disparos a dos de sus perros y que lo había denunciado en reiteradas oportunidades en sede policial.
Recordemos que la Jefa de Policía Margarita Romero había señalado de Muga que era “un excelente policía” a pesar de que había estado en disponibilidad por un término de 10 años, donde incluso se le retiró el arma policial, la que le fue devuelta hace 2 años.
La propia Romero ejerció ante la prensa una especie de defensa del policía que terminaba de atentar contra la mujer diciendo que no tenía registrada denuncia alguna contra Muga, aunque prometió investigar.
Ayer, el fiscal Roberto Olcese anticipó que pedirá entre 10 y 15 años de prisión al sumar las imputaciones de tentativa de femicidio agravado y resistencia a la autoridad.
Por su parte, la defensora pública Leticia Feraudo dejó en claro que buscará demostrar que Muga fue preso de un brote sicótico, por lo que propuso la aplicación de una serie de medidas cautelares como la libertad con custodia, la prisión domiciliaria o una internación. Ambas fueron rechazadas por el magistrado.







