El compositor y acordeonista Raúl Barboza falleció este miércoles en París a los 87 años, confirmaron su representante en Argentina, Alberto Felici, y su esposa Olga Bustamante. Barboza fue un referente absoluto del chamamé y un embajador de la cultura del litoral argentino en el mundo.
Nacido en Buenos Aires el 22 de junio de 1938, pero profundamente ligado a Corrientes, comenzó a tocar el acordeón a los seis años junto a su padre, Adolfo Barboza, y rápidamente se ganó el apodo de “Raulito El Mago”. A lo largo de más de 70 años de carrera, llevó el chamamé a escenarios de Europa, Japón y América Latina, compartiendo escenarios con Mercedes Sosa, Astor Piazzolla, Atahualpa Yupanqui, Peter Gabriel y Cesaria Evora.
Entre sus discos más destacados se encuentran La tierra sin mal (1995), Acordeón de mi tierra (2006), Chamamé del litoral (2010) y Solo en París (2024). También fue protagonista de los documentales El sentimiento de abrazar (2017) y La voz del viento (2022).
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Barboza recibió numerosos reconocimientos internacionales, como Caballero de las Artes y las Letras en Francia, el Grand Prix Charles Cros y el Diapason d’or. En Argentina, fue distinguido con Premios Atahualpa, KONEX y títulos honoris causa otorgados por la Universidad Nacional del Nordeste y la Universidad Nacional de Rosario.
Innovador del acordeón diatónico de cuatro hileras, cultivó un estilo que respetaba las raíces del chamamé a la vez que exploraba nuevas sonoridades. Rechazó seguir modas musicales y siempre sostuvo: “El chamamé también se escucha, no sólo se baila”.
Uno de sus últimos conciertos en Argentina fue en marzo de 2025, en La Vieja Usina de Paraná, donde demostró, una vez más, su pasión inquebrantable por la música del litoral y dejó un legado imborrable para las futuras generaciones.





