La esperada Tormenta de Santa Rosa, fenómeno climático característico del Cono Sur, se desató con fuerza inusitada en la Argentina provocando desastres en varias provincias. Las intensas lluvias, el granizo y los vientos fuertes generaron un impacto inmediato, dejando inundaciones, evacuaciones y graves daños en la infraestructura rural.
En la provincia de Buenos Aires, especialmente en la zona norte, las calles amanecieron anegadas y varios barrios quedaron bajo el agua. Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), las precipitaciones acumuladas superaron los 100 mm en algunas localidades, un volumen equivalente al promedio de lluvias de todo un mes en menos de 24 horas. Además, la Ciudad de Buenos Aires registró lluvias persistentes acompañadas por ráfagas de hasta 70 km/h, con la previsión de que el fenómeno se intensifique hacia la mañana del lunes.
La situación fue aún más dramática en Mendoza, donde más de 100 personas fueron evacuadas debido a las intensas tormentas. En la provincia cuyana, los vientos y las lluvias causaron la caída de árboles, daños en viviendas y grandes piedras de granizo, lo que obligó a Defensa Civil a activar operativos de asistencia. Las autoridades locales advirtieron que el clima podría seguir empeorando en las próximas horas.
Otras provincias también sufrieron los efectos de la tormenta. En Catamarca, se registraron episodios de granizo que afectaron a diversas localidades, mientras que en San Luis, San Juan, Córdoba y Tucumán se reportaron fuertes tormentas que dañaron infraestructuras rurales y causaron pérdidas en la producción agrícola.





