Javier Milei participó este jueves en la ceremonia por el 141° aniversario de la Bolsa de Comercio de Rosario, donde fue el protagonista principal de un evento que mostró marcados contrastes con el recibimiento del año pasado. En un auditorio a oscuras, el mandatario nacional, acompañado por su comitiva —Karina Milei, Luis Caputo y Manuel Adorni—, centró su discurso en las recientes decisiones de política monetaria y las perspectivas económicas de su gestión.
Mientras que en 2024 el público lo recibió con una ovación, este año la escena fue diferente. Una movilización gremial reemplazó a los aplausos, reflejando el clima de tensión política en la ciudad. El discurso de Milei estuvo precedido por el del gobernador santafesino, Maximiliano Pullaro, quien no escatimó críticas hacia la política del Ejecutivo, asegurando con dureza: «Lo que necesitamos en la República Argentina son votos en el Congreso y no vetos». En ese momento, el Presidente aún no se encontraba en el auditorio.
En una exposición mayormente técnica, Milei ratificó la continuidad de su política fiscal y económica, afirmando con confianza: «De acá a mitad del año que viene, la inflación va a ser solo una pesadilla que se terminó». Sin embargo, su discurso no generó la euforia de otros momentos. Durante la primera hora, los aplausos fueron escasos, limitándose a un par de ocasiones: cuando calificó a Luis Caputo como «el mejor ministro de la historia» y cuando proclamó «kirchnerismo nunca más». El último aplauso llegó al final, cuando el Presidente se despidió y el recinto se vació rápidamente.
Durante su intervención, Milei destacó que la economía argentina lleva cinco trimestres consecutivos en expansión y señaló que el consumo alcanzó niveles similares a los de 2011. «Seis millones de personas que no comían ahora sí lo están haciendo», sostuvo, mientras reafirmaba su visión de una economía en recuperación. Sin embargo, el momento más polémico fue cuando, al referirse al «riesgo kuka» —un término utilizado por el Presidente para describir los temores de un posible retorno del kirchnerismo al poder—, disparó: «Del otro lado están los sodomitas del capital, por eso sube la tasa de interés». Luego, pronosticó que, tras el proceso electoral, «va a haber un desplome de la tasa de interés».
El mandatario también hizo un balance de las elecciones bonaerenses, donde afirmó que representan «el techo del kirchnerismo y nuestro piso». En este marco, acusó a la oposición de intentar «hacer fraude», citando prácticas como el «voto cadena» y los «punteros» comprando votos. «Ajuntamos las condiciones del mercado monetario a un año electoral, donde la oposición propone el fin del mundo», dijo.
Respecto a la tasa de interés, Milei explicó que «la tasa de caución no es la tasa relevante para la economía», argumentando que las tasas más largas no han subido tanto y que los inversores están a la espera de la resolución del panorama electoral. «El futuro de los argentinos está en manos de los argentinos. Si la sociedad elige suicidarse, elige suicidarse; pero también puede elegir abrazar las ideas de la libertad», concluyó el Presidente, dejando claro que la elección de rumbo es, para él, una cuestión de libertad individual y colectiva.





